| Elvis Mitchell (The New York Times) | |
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“Toma todas las malas vibraciones de la temporada navideña y las convierte en una desternillantemente divertida e incorrecta comedia negra.” |
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| Stephen Hunter (The Washington Post) | |
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“Condenadamente divertida” |
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| Richard Schickel (Time) | |
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“No es para todos. El argumento está lleno de agujeros y su lenguaje es peor de lo que debería ser. Pero tiene fenomenales interpretaciones, un montón de ingenio vulgar y, lo mejor de todo, contecta con lo mas funesto de todo lo que subyace detrás de nuestra alegría en las vacaciones navideñas.” |
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| Adam Smith (Empire) | |
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“Una alternativa deliciosamente obscena a las típicas paparruchas navideñas” |
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| Peter Rainer (New York Magazine) | |
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“Mi tipo de película navideña (...) profana y subversiva” |
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| J.R. Jones (Chicago Reader) | |
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“Joel y Ethan Coen escribieron la historia, usando el viejo gag del Santa intoxicado como un vehículo para su patentada marca de misantropía; Zwigoff y compañía arrancan algunas risas de él, aunque el tono es uniformemente mezquino y vulgar.” |
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| Javier Ocaña (Diario El País) | |
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Muy buen retrato de personajes desde una incorrección política salvaje no exenta de cierto cariño (...) ritmo muy ágil (...) notable película tan extraña de ver como difícil resulta analizar su final sin desvelar demasiado al espectador |
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| Javier Cortijo (Diario ABC) | |
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El plato fuerte y casi único del menú es ver a Billy Bob Thornton con cara de triple ardor de estómago (...) La sensación final es que para esta boca sucia no hacía falta tanta lejía. |
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| Alberto Bermejo (Diario El Mundo) | |
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El filme es demasiado amargo para el público infantil y demasiado bonachón para interesar a los adultos. |
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