Película simplemente deliciosa. De esas que nos recuerdan por qué todavía vale la pena hacer películas. Y obsérvalos. Gran elenco, gran química, historia simple pero dulce, ¡muy recomendable!
Una premisa interesante que llega a un clímax predecible y provoca algunas risas y una tierna lágrima en el camino. Sam Claflin lo hace bien pero Verónica es una delicia que se roba cada escena en la que se encuentr.