Críticas de la prensa de CARTA BLANCA

No sólo una de las películas más conservadoras y moralistas sino también de las más deshumanizadas y estereotipadas.

¿Has pensado alguna vez que ojalá los anuncios de cerveza durasen 104 minutos? Los hermanos Farrelly están preparados para hacer realidad tus sueños

El trailer es malo, pero la película en sí misma es mucho, mucho peor

Aquellos reyes del humor grueso de los 90, Peter y Bobby Farrelly, han crecido finalmente, si bien su madurez sólo es visible en términos muy relativos 

No sólo es desagradable e inaguantable, sino también asquerosa y aburrida 

Es material de segunda mano, vagamente resignado. Y aunque Sudeikes tiene algo de talento, no está preparado todavía para protagonizar una comedia relevante 

Caligrafía de la 'pitopausia'. (...) una comedia de sustrato ozoriano -o bennyhilliano- con un control deslumbrante del registro 

Funciona a ráfagas –la secuencia del campo de golf y la aparición de Richard Jenkins como gurú del ligoteo son impagables– que saben cómo dejarte noqueado 

Un enredo que sube como la espuma hasta el canónico caos final (...) el ritmo, los diálogos y los gags son de primer orden 

Los Farrelly sirven algunos de los mejores gags de su filmografía (...) un desternillante clímax 

Los hermanos Farrelly caen de nuevo en las fauces de la inoperancia, del gag anémico, del recurso facilón mil veces visto 

El último trabajo de los Farrelly presenta carencias en un terreno en el que eran infalibles: la construcción de gags 

Sin encontrar del todo el rumbo, los hermanos Farrelly descansan en las chispas que puede sacar el siempre imprevisible Wilson. Pero acá son pocas, muy pocas. 

Sólo como un homenaje malogrado a su propio estilo puede explicarse esta comedia. 

Injustamente acusados de misóginos, los creadores de 'Loco por Mary' y 'Amor ciego' vuelven a poner en juego un humor de tintas recargadas, pero que pinta cuestiones maritales de manera mucho más certera que varias películas consideradas “serias”. 

Los tips escatológicos están fuera de lugar y el humanismo, que camuflado detrás de tantos personajes freaks le dio entidad a la obra de los realizadores, aquí brilla por su ausencia. 

Los golpes de humor son constantes y más que eficaces, con climax que provocan permanentes carcajadas, exactamente lo que un espectador pretende de una buena comedia.