Críticas de la prensa de CARTAS A ROXANNE

Una película encantadora que mezcla elementos de la realidad y de la ficción, rindiendo un sentido homenaje al teatro y a la magia del cine.

Sortea todos los lugares comunes del cine de qualité para convertirse en una propuesta liviana, fresca y feliz.

Maravillosa (...) grandeza, vistosidad y enormes cualidades (...) Su artefacto argumental es ingenioso (...) Funciona con rapidez y gracia el emparedado de teatro dentro del cine (...) Los actores están espléndidos

Una historia de creación y musas tratada como una comedia romántica a la vez que un vodevil ligero

El maremágnum screwball es tan enérgico que obliga a forzar la máquina (...) funciona, aunque agote, gracias sobre todo al buen hacer del reparto (...) Ágil, bonita y cómplice declaración de amor al teatro.

No profundiza en la inspiración del autor y hace que su conocida comedia teatral (...) no tenga emociones genuinas ni una intensidad palpable

La dosis exagerada de drama en 'Cyrano mon amour' impide la honesta emotividad, mientras que sus chistes sólo logran ridiculizarla.

Dinámica, divertida y maravillosamente diseñada (...) Una película espléndida que debería ser un éxito en taquilla y que está contada con energía y elegancia 

Aceptando la falta de sustancia que hay detrás de su caparazón de frivolidades y su cascada de personajes famosos (...) 'Cyrano, My Love' se deja ver. 

Una comedia de época maravillosa, interpretada con energía (...) Visualmente espléndida 

Michalik sabe cómo crear una película que guste a mucha gente con una mezcla de banalidades, arte y pasión. 

Perfecta (...) como complemento de la juvenil y contemporánea película de Alice Wu (...) un primer tercio anodino (...) Sin embargo, a partir del segundo tercio la película se arregla. 

Las virtudes de 'Cyrano: mon amour' aparecen bien avanzada la proyección, y son tan elocuentes que superan un comienzo pasado de melosería. 

Simpática loa al teatro clásico y a la creatividad desatada hecha con enorme calidad visual. (...) es eso que ahora se llama “dramedia” —mitad comedia, mitad drama— hecha con toque magistral. 

Ágil, deliciosa, de transcurso impecable y elenco en estado de gracia, con personajes memorables y hermoso tratamiento visual, esta comedia romántica rinde homenaje a la Belle Époque.