Ken Carter se hace cargo de un equipo de un instituto de Richmond (Virginia) que la temporada anterior no ha ganado ningun partido.
Con disciplina y con mucho trabajo comienzan a ganar partidos, pero las
exigencias para formar parte del equipo van mas allá de ser un buen jugador
pues, entre otras cosas, abarcan desde su actitud en clase o su forma de vestir
en los desplazamientos del equipo. Esto le crea un sinfín de problemas y de
situaciones con los jugadores, dirección del instituto y con los propios padres, pues estas exigencias las lleva hasta sus últimas consecuencias. |