Críticas de la prensa de COFFEE & KAREEM

Empieza siendo muy graciosa, pero al final acaba haciéndose abrumadora (...) El problema es el efecto acumulativo que genera

Las escenas de acción están mal construidas (...) y los actores se dedican a gritar para que las bromas parezcan más graciosas de lo que son

Más allá de algún gag bien llevado y la comicidad de Ed Helms, la comedia un tanto burda se impone sobre la acción dicharachera.

Una comedia de acción que no llega a ser ni divertida ni emocionante.

Esta historia de 'colegas policías' está repleta de chistes terribles (algunos de ellos homofóbicos), de un lenguaje totalmente vulgar y de todo tipo de estereotipos que convierten sus 88 minutos de duración en algo insoportable. 

Que esté orientada a una audiencia joven ofenderá a la gente (...) Su gag más recurrente es poner a un chaval de 12 años en situaciones inapropiadas. 

Es bastante caótica, una película muy irregular que flaquea tanto como funciona (...) Al menos tiene una actuación espléndida [la de Gilpin] que ofrece la dosis adecuada de locura 

Un intento fallido de recrear el tono cómico travieso que se asocia a las películas de colegas policías de los años 80 

Una comedia atrevida con bromas inteligentes, acción enérgica y una química divertida entre Ed Helms y el joven Terrence Little Gardenhigh 

Aunque su lamentable título te da una pista, no te prepara para estos 88 minutos de tu vida que vas a perder viendo una comedia de acción desechable. 

Ofrece un buen puñado de gags inspirados (...) pero hay que aguantar casi una hora de cosas crudas y poco imaginativas 

Aquí la pereza se disfraza de irreverencia (...) No sabe utilizar sus elementos y añade complicaciones innecesarias y excusas estrafalarias 

Es sorprendente lo poco graciosa que es (...) En el mundo de 'Coffee & Kareem', nadie deja pasar la oportunidad de hacer una broma forzada sobre incesto o violación. 

Da la impresión de estar caducada, como también lo están las escenas con chistes 'pre-coronavirus' como estornudar en público sin que te lleven directamente a pasar por una cuarentena. 

Betty Gilpin ( GLOW ) robándose cada momento, es un ejemplo de lo que toda esta película muestra: gracia genuina (...), libertad para jugar con todas las incorrecciones políticas imaginables y unos cuantos excesos.