El estupendo realizador polaco Pawel Pawlikowski realiza su primera incursión en el cine de género romántico para ofrecernos una hermosa película que atesora numerosos planos que pueden ser considerados obras de arte en sí mismas. El filme nos ofrece un romance improbable en plena Guerra Fría y en su metraje, que se pasa volando, asistiremos al desarrollo de esa relación desde su principio hasta el final. Aunque no cuenta nada nuevo dentro del género, sí resulta original en la forma de contar la historia. La película arranca en el lado comunista y nos muestra los terribles efectos dee esta ideología sobre los personajes, efectos remarcados por una estupenda fotografía en blanco y negro. Después vamos viendo retazos de la vida de los protagonistas mostrados con gran elegancia por el realizador. Todo da la sensación de ser real y el filme está cargado de detalles sutiles que cuentan mucho más de lo que parece a simple vista. Un clásico instantáneo y, sin duda, una de las mejores películas del año. |