Sebastien es un exjugador de rugby. Entre los 12 y los 16 años, todos lo ven como un niño lleno de alegría de vivir. Una característica de su suroeste natal. Esta alegría de vivir es sólo una cortina de humo para proteger el equilibrio de su familia. Cuatro años que Sébastien es violado. Cuatro años que sufre y llora en silencio porque su depredador no es otro que uno de los familiares de sus padres, querido por todos. Treinta años después, Sébastien no ha podido hablar y sus demonios lo están destruyendo.
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