Críticas de la prensa de COMO LA VIDA MISMA

Heigl y Josh Duhamel tienen una química atractiva, pero 'Life as We Know It' mete la pata al fundir torpemente un escenario de sitcom con una premisa trágica.

Básicamente, se trata de 'La fierecilla domada' con el adorable giro del bebé que nunca se le ocurrió a William Shakespeare

Lo que sucede en 'Como la vida misma'? No lo adivinarías ni en un millón de años. Nunca

La película se estanca en el tono romanticón y previsible de este tipo de productos, sin aristas ni sobresaltos

Es una porquería como la vida misma, una mala comedia romántica de 113 minutos

La película encontrará seguramente su público, ya que habla de la ansiedad de la gente joven ante el matrimonio y la paternidad. Pero ¿que hacen dos intérpretes tan atractivos en una basura de comedia como ésta? 

No hay un solo desvío de la fórmula 

La vida ha demostrado en qué estado se encuentra este género - y midiéndola por esos parámetros, es mejor que la mayoría 

Una comedia tan desechable - y mal oliente - como unos pañales sucios 

Katherine Heigl y Josh Duhamel hacen muy atractivos sus personajes, aportando un montón de vitalidad a unos papeles inconsistentemente escritos 

Una nueva aplicación mecánica de las inflexibles leyes genéricas de la comedia romántica en su vertiente menos imaginativa. (...) es la misma película que usted habrá visto ya... ¿mil veces? 

Una comedia romántica que se autoimpone unos retos muy severos (en forma de inesperados giros dramáticos) y decide tomar algunos desvíos interesantes para acabar llegando a un desenlace previsible, pero sutilmente perverso en su formulación. 

Nunca se decide si quiere coquetear con el absurdo (...), si prefiere concentrarse en lo romántico (...) o si -como ocurre en varios pasajes- se apela al sentimentalismo más torpe y subrayado. 

Una película que bien podría ser el planteo de una sitcom televisiva. 

El film no le escapa a la búsqueda de nuevos ingredientes para renovar la clásica comedia romántica, pero naufraga en los cambios de climas. Lo más transgresor reside en evitar la reivindicación del matrimonio y la procreación.