Javier Ocaña (Diario El País) | |
Las competiciones de balón prisionero (sí, el de toda la vida) son tan largas que el filme se convierte en una muestra más de lo que pretende criticar. Además, el análisis de la cultura del gimnasio, los esteroides y el vacío mental no puede ser más burdo y facilón |
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Alberto Bermejo (Diario El Mundo) | |
Durante la proyección, uno llega a pensar que, en realidad, la imbecilidad a la que está asistiendo tiene que tener por fuerza alguna segunda intención, oculta bajo la catarata de chistes fáciles (...) todo es tan elemental como parece, aunque mucho más exótico de lo humanamente imaginable |
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