Críticas de la prensa de DOLOR Y GLORIA

Es deliciosa. Una creación perfectamente equilibrada que te hace sentir mejor sobre el mundo

Banderas está excelente (...) Maravillosa

Magistral Antonio Banderas (...) la película alcanza un nivel de perfección difícilmente superable. (...) un sentido de la depuración y la claridad muy cerca de lo sublime. (...) Cine perfecto.

Hay momentos de una emoción controlada, pero no por ello menos intensa (...) un mecanismo narrativo perfecto (...) Almodóvar fija con enorme delicadeza todo lo que atañe a la infancia de Salvador y la relación con su madre.

Una obra culmen (...) Almodóvar alcanza un grado de depuración, de esencialidad formal, de refinamiento a la altura de muy pocos maestros del cine

Almodóvar nos entrega uno de las mejores trabajos de su carrera, (...) es un homenaje explícito al amor por el cine, y también es un relato que mezcla elementos autobiográficos con situaciones extraídas de la ficción.

Almodóvar presenta su '8 ½' (...) Puedes sentir su pasión por el cine en cada escena. No es sólo su película más personal. Es también una de las mejores

Lo mejor que ha hecho [Almodóvar] en los últimos años. (...) puede que 'Dolor y gloria' pase también a la historia por ser la película de Pedro Almodóvar que gusta a los que no les gusta el cine de Pedro Almodóvar.

Una conmovedora, inolvidable película que se ubica con contundencia entre lo mejor de una flimografía almodovariana que ya supera los 20 largometrajes.

El grado de precisión emocional, la amabilidad con la que Almodóvar construye al protagonista (...) y la aparición de un humor con sordina, (...) hacen del film eso que sólo un gran cineasta logra: un pedazo de vida.

El director ofrece otra joya sensual y profundamente personal (...) El estilo narrativo de Almodóvar tiene una ligereza magistral

Una propuesta maravillosamente evocadora que cuenta con una actuación sutil y conmovedora de Antonio Banderas

Como espectadores, estamos alerta en cada momento, preocupados por lo que va a pasar. Llámalo suspense, pero es un suspense muy sofisticado. Magnífica

Una película intensamente personal que también es conmovedora y elegíaca

La mejor actuación de Banderas en los últimos años (...) Es cruda y honesta (...) Es un film que sale directo del corazón y que merece la pena ver

Patina con enorme gracia y sentimiento sobre la pista de su niñez (...) escala con mayor dificultad (...) su vida como hombre (...) Una mejor película de Almodóvar que invita a conocerlo de otro modo, también mejor.

Es un autorretrato sofisticado pero honesto en el que la ficción juega a vestirse de realidad y viceversa. La cinta muestra el lado más humano del cineasta a través de la exposición de la orfandad de sus sentimientos.

En el acto de recordar y reconciliarse, el protagonista y el director muestran una vulnerabilidad que va más allá del homenaje y, aunque no deja de idealizar, como es típico en Almodóvar, nos envuelve y distrae hacia nosotros mismos.

Si no la ves sintiendo mucho afecto por Almodóvar, te parecerá una obra menor: no es dolorosa, pero tampoco gloriosa

La actuación de Banderas es muy honesta y emotiva (...) Es un viaje irregular por la memoria, con un plano final inteligente que redime un poco al film, pero que no lo salva por completo

Seguramente no sea recordada con demasiado entusiasmo, excepto por los más devotos de Almodóvar. Su introspección egocéntrica sugiere que al director le cuesta, como a su héroe, encontrar algo nuevo que decir. 

Una obra madura de metaficción meticulosamente calculada que vibra con muchos de los elementos característicos del director (...) Deja de lado el melodrama para buscar algo más sutil y auténtico 

Una sorpresa en todos los aspectos, excepto en su excelsa calidad. 'Dolor y gloria' revela a Almodóvar forjando nuevos y deslumbrantes caminos mientras sigue siendo él mismo 

La mejor película de Almodóvar en años (...) Antonio Banderas está excelente (...) Tiene relevancia emocional porque muestra a un artista aceptando la naturaleza íntima de su trabajo 

Puede resultar dolorosamente triste, pero sus placeres, su arcoiris de tonalidades y su humor la mantienen (y te mantienen) en lo más alto 

Fascinará a los fans de Pedro, pero no tendrá interés para el resto de la audiencia 

Una hermosa reflexión sobre el pasado y el presente. Una obra nostálgica que nutre en lugar de provocar. 

A veces resulta distante, controlada y hermética a nivel emocional. Pero tras la conclusión, la tendrás en el corazón y no se irá de ahí. 

Una reflexión honesta y arrepentida de un hombre que tenía más lamentos que placeres: más dolor que gloria. 

Tiene algunos momentos que me parecen hermosos, pero el calvario interno del tal Salvador Mallo me resulta bastante indiferente. 

La obra maestra del realizador, un ejercicio de sinceridad autobiográfico y la depuración de un estilo inimitable. 

Una película dolorosa y directa, casi confesional. (...) La puesta en escena es más plana, menos afectada, más sencilla y simple, por momentos casi “japonesa” en el sentido Ozu del término. 

'Dolor y gloria' es una historia dura y emotiva, poderosa e intimista. 

Es un filme sobre el amor, en todas sus formas y manifestaciones, sobre el dolor, el perdón y la reconciliación. Hay quienes necesitan expiar, purificarse: quizá Almodóvar lo haya sentido necesario transformarlo en el cine. 

Una película que habla de temas que han estado siempre presentes en la obra del director –la ley del deseo, el peso de la figura materna, la ambigüedad de la ficción cinematográfica– pero de un modo depurado como pocas veces. 

Almodóvar exhibe pleno control de sus facultades como creador, y demuestra que puede aprovechar el potencial de su obra pasada con una madurez notable, con una visión de notable eficacia. 

El film del manchego, especie de memoria íntima, es una cumbre en su carrera. (...) Película testamentaria, es producto de la madurez de un realizador que se sabe viejo y empieza a pensar sobre el fin de su carrera y su propia vida. 

Temas grandes, gigantes, transitados con simpleza y humildad, sin solemnidades ni impostaciones. Los últimos dos planos de la película, de una contagiosa luminosidad, perfectos en su simpleza y más potentes aún por esa razón. 

Lo indudable es la fuerza emotiva de su discurso y la serenidad con la que el creador asume su sutil carga dramática. Y el depuramiento de su oficio ha llegado a niveles igualmente admirables de madurez, sin pasar por la ostentación. 

Los adjetivos y halagos son justos: 'Dolor y gloria' es un acto de osadía, se aparta del melodrama y las estridencias que, a lo largo de cuarenta años, le dieron identidad a su cine. Tampoco puede negarse el encanto de un Almodóvar que, a través de un alter ego, se muestra vulnerable y honesto. 

Es uno de los mejores filmes de Almodóvar, en el que se hace un viaje emocional profundo, en el que salen a flote esas experiencias del pasado y en el que existe una reconciliación con ese pasado y con lo que a veces dejamos pendiente. 

'Dolor y Gloria' no es su jubilación artística. Todo lo contrario: le devuelve el estatus de maestro. (...) Esta vez, Pedro Almodóvar se anda con sutilezas; el resultado es su mejor película desde 'Hable con Ella'. 

Se provee de un final que vale por la película entera: una suntuosa pietà valenciana, con lujo de icono fílmico armenio del Paradjanov de El color de la granada. 

El cineasta ofrece no sólo una obra de indiscutible madurez artística, sino también una confidencia personalísima de una enorme honestidad moral. 

Una cinta sobria, elegante, sutil, madura y absolutamente personal. Es, sin duda, una de sus mejores películas. 

Si después de filmes como 'Los amantes pasajeros' muchos pensaron que las mejores horas de Almodóvar se habían acabado con 'Volver', la nueva 'Dolor y gloria' disipa cualquier duda sobre su creatividad. 

Un logro mayor, incluso para los estándares de Almodóvar. 

A pesar de todo lo que pone en 'Dolor y gloria' para justificar su protagonismo, Almodóvar es quizás menos interesante que varios de sus personajes. 

'Dolor y gloria' es tan profundamente emotiva, y revuelve elementos sensibles con los que tanta gente se puede identificar, que cuesta imaginar que sea una construcción ficticia. 

El personaje y el autor se funden en una cinta llena de momentos emotivos y conmovedores, constituida por episodios que parecen ir a la deriva en una rememoración fílmica autobiográfica, pero que finalmente resultan ser un universo emocional orgánico y lleno de sentidos. 

El gran manchego se da un baño de memoria como el Saura de los mejores tiempos y convoca fantasmas alrededor.. 

Semiconfesional, depuradora, ésta debe ser una de las obras más arriesgadas, y a la vez más clasicistas, de Pedro Almodóvar.-