Visualmente es una maravilla, con imágenes que quitan el aliento. Sin embargo, en cuanto a información, siento que ya conocía gran parte de lo que mostraban sobre la sequía y la gestión del agua.
Aunque el ritmo es algo lento, la urgencia del mensaje es innegable. Sales del cine con una mezcla de admiración por Doñana y frustración por la inacción.