Críticas de la prensa de DOS TONTOS TODAVÍA MÁS TONTOS

Los Farrelly han logrado tomarse en serio una de las profesiones más riesgosas y despreciadas: la de hacer reír con nuestro costado más grotesco. Aún imperfecta, una película libre, y eso solo ya es toda una declaración de principios.

El brutalismo en el sketch, el pop y su obsesión por el humorismo visual continúan siendo su bandera. A esta secuela solo se le podría achacar falta de ambición

A pesar de algunas cosas inspiradas (...) esta poco brillante secuela te deja todavía más adormecido.

Las malas noticias no son que Jim Carrey y Daniels hayan envejecido, sino que son los chistes los que lo han hecho (...) El tiempo puede ser cruel, especialmente para las secuelas

Resulta llamativo ver cómo algunos gags y situaciones simplemente se plantean y se resuelven casi con discreción, sin sacarles toda la ruidosa traca que se podría, y cómo Carrey y Daniels parecen interpretar sus personajes como con cierta distancia.

Si bien una que otra escena hace reír –aquellas en que el guión se esfuerza por mostrar un poco de creatividad– en general apela a un humor absurdo, escatológico y estrambótico que no es para todo público.

Una función llena de tópicos, por mucho que sus actores nos regalen algún gag brillante.

Ver a dos estrellas cincuentonas de nuevo con sus idiotas cortes de pelo es un poco desconcertante (...) pero esta secuela mantiene una respetable cuota de risas 

Esporádicamente muy divertida, en general muy aburrida y en ocasiones, verdaderamente nauseabunda 

Es más que simplemente no divertida. 'El rey Lear' no es divertida. Esto es anti-divertido, en donde cada intento de chiste es como una piedrecilla arrojada a tu cara 

Por favor, chicos, no le hagáis esto a 'Algo pasa con Mary' 

Además de carente de ritmo, hinchada de metraje, con unos insulsos personajes secundarios y con apenas un par de gags salvables, casi parece una comedia antigua, en el peor sentido del término 

No hay límite, no hay freno. En medio de ese aluvión de desmesura e incorrección política surgen unos cuantos chistes logrados y situaciones hilarantes. Cada espectador sabrá si éste es el traje que mejor le calza. 

Una comedia de enredos, simple y efectiva, zafada e inocente. 

Los directores construyen una película anacrónica que elige hacerse cargo de su condición mediante un tono melancólico y crepuscular y que opera menos como secuela que como homenaje a la piedra basal del humor de los Farrelly. 

Con un guión más orientado a chistes sexuales que su predecesora, [Dumb and Dumber To] significa una recurrencia moribunda del humor físico. 

Es tan básica y decadente al mismo tiempo. (...) ¿Qué les pasó a los Farrelly? Hacer humor, sin duda, es difícil. 

No es la mejor apuesta de los hermanos, sin duda, y no está exenta de los efectismos del chiste fácil, pero tampoco es el bodrio que parece a simple vista. Digamos que la tontera no es siempre tonta. 

Tiene menos chistes eficaces que el original y la misma cantidad de “incorrección” desagradable.