Primera película como director de Sergi Pérez. Su rodaje con un magro presupuesto no se nota excesivamente al estar rodada con mucha cámara al hombro siguiendo la estética del cine indie estadounidense. Esta no es una película orientada al mero entretenimiento sino a una reflexión que puede incomodar a más de un espectador. Su narración, triste y pausada, arranca cuando Joel encuentra a Elvis, el perro de su mujer, moribundo, y con las prisas se deja las llaves dentro de casa, dedicando el resto de la jornada a intentar regresar al único sitio que le permite no ser consciente de su situación: su hogar. Una película sobre la pérdida y cómo afrontarla, que llega a alcanzar unos niveles emocionales muy complejos. |