Un joven americano padece una extraña enfermedad de la piel. Un solo rayo de sol podría causarle la muerte y jamás ha visto su propia cara ya que debe cubrir cada centímetro de su cuerpo con cuero. Junto a su familia viaja hasta un pequeño pueblo para ponerse en manos del curandero local y acabar con la enfermedad de la que vive prisionero. El milagro se produce, pero dura tan solo tres días.