Críticas de la prensa de EL RECUERDO DE MARNIE

Es una película para niños que gustará a los adultos. Como Marnie hace con Anna, la película lanza un hechizo.

Una auténtica joya.

Sutil, a veces muy triste y honesta sobre los problemas de la adolescencia, 'Marnie' es una digna última aportación de Ghibli.

Esta es una película definida por la paciencia y la atención, una aventura de exploración emocional.

Anhelante y conmovedoramente humana, 'When Marnie Was There' no es una de los mejores películas de Ghibli, pero es un emblema de su grandeza colectiva. (....)

Por si una película sobre la depresión infantil no fuera algo suficientemente raro, he aquí una película sobre depresión infantil hecha para niños (...) incluye sigilosos momentos de poesía visual dotados de belleza insuperable

Historia onírica y profundamente triste (...) es una obra pletórica de belleza, calidez, ternura y riqueza de detalles, con altas dosis de misterio y poesía

El estudio Ghibli se encuentra en transición, pero 'Marnie', a pesar de algunos apacibles momentos de reflexión, es una sombra del fantasma de sus obras maestras anteriores.

Bajo su superficie tranquila y exquisitamente detallada, 'When Marnie Was There' esconde ideas a medio formar y temas sin desarrollar. 

Llena de color y detalle, sostenida y elevada por la ligera partitura del pianista Takatsugu Muramatsu, el estilo de animación tradicional de la película da a la narrativa de la vieja escuela una sensación aún más atemporal. 

Un bonito cuento animado. 

Aunque su curioso arco narrativo hace que nunca estemos seguros del todo de por dónde va, la película ofrece una considerable carga emocional hacia el final. 

Si sientes afinidad con los descontentos, 'When Marnie Was There' tiene mucho que contarte. 

Con la retirada del productor de Hayao Miyazaki, el estudio Ghibli ha puesto la producción en pausa; 'When Marnie Was There' bien podría ser su último largometraje. Si es así, es un buen legado que dejar. 

[Una] segunda película emocionalmente relevante [de Yonebayashi]. 

El estudio Ghibli encuentra una fértil continuidad en autores como Hiromasa Yonebayashi (...) uno sentiría la tentación de afirmar que aquí la animación juega a ser tan invisible como lo era la concienzuda puesta en escena del cine clásico. 

Sin ser la mejor producción de Ghibli, es mejor que el 80% de las películas en cartelera y sigue prestando al espectador el goce estético de maravillarse ante esa línea clara que convierte cada animación del estudio en una experiencia memorable. 

Animada con la tradicional artesanía del estudio y creando a un par de personajes principales memorables, es todo un placer encontrarse algo así en una pantalla grande, tan hermoso y sensorial a todos los niveles. 

La imaginería de Yonebayashi, (...) complementa las emociones de una película que se acoge, como casi todo lo que produjo el Estudio Ghibli, en el corazón de su audiencia. 

El director, Hiromasa Yonebayashi, que ha hecho toda su carrera en Ghibli, sabe defender las mejores tradiciones del estudio al presentarnos unos escenarios preciosos, dibujados a mano y unos personajes entrañables, siguiendo las enseñanzas de Hayao Miyazaki. 

La cinta de Yonebayashi triunfa como un inquietante viaje en el tiempo, además de ser una inteligente incursión en el lado oscuro de la psique infantil.