Críticas de la prensa de EL REPOSTERO DE BERLÍN

Peculiar drama intimista que cuenta con aparente discreción una historia transgresora (...) con una puesta en escena aparentemente funcional y la solidez interpretativa de sus protagonistas

Graizer demuestra con este sencillo drama (...) que no se precisan ingredientes exóticos para completar un buen plato. En su debut, rompe tópicos del cine romántico y culinario.

La gran virtud de este sencillo filme de encuentro entre dos desamparados es que sabe rehuir el tremendismo y se escora hacia la completa aceptación del otro

Un agridulce relato de amor único gracias a las sutiles actuaciones de su reparto y a un guion que hace interesantes reflexiones sobre temas como la sexualidad, la religión y las relaciones humanas.

Película amable (en todo sentido), de las que escasean.

Aunque el dolor por la pérdida y los secretos que la muerte hace aflorar son ingredientes dramáticos algo trillados, es la habilidad al usarlos lo que otorga a 'El repostero de Berlín' un sabor distintivo.

Drama suave y amable (...) logra sus objetivos: reconciliar (ni que sea durante unos 100 minutos) Alemania e Israel, cuestionar ciertas actitudes y, sobre todo, desprender mucho amor por sus protagonistas.

Un film pequeño, sensible y a su manera -en los términos en que está planteado- bastante eficaz.

A través de planos fijos de notable expresividad artística, Graizer articula su relato (...) se va abriendo también una tranquila reflexión sobre las relaciones de los alemanes con los judíos 

Un debut humano y desgarrador (...) Una historia tierna, dulce y táctil de amor oculto 

Es el tipo de drama discreto y respetuoso que hace que ser gay y estar de luto sean igual de aburridos (...) Una película fácil de ver 

Causa una gran impresión aunque está hecha con una receta clásica 

Una clase magistral de exquisito control (...) Triste, dulce y con un extraño lirismo 

Un drama delicado y emotivo que cuestiona el amor más allá de la identidad sexual (...) Graizer demuestra un manejo magistral de un material que podría haber caído en el melodrama 

'The Cakemaker' es más un aperitivo que una comida, pero es impresionante en su particularidad (...) Deja buen sabor de boca. 

El elemento novedoso en la cinta del israelí es que todo el drama planteado tiene como un componente inesperado la celebración de un placer culinario. (...) Que el cine israelí proponga hoy una narrativa tan atractiva y libre es una muestra más de su enorme diversidad y riqueza. 

Es un filme poco común. (...) muy buena película, desde lo dramático más que desde lo formal. 

El [director] israelí se sirve de la distancia emocional de la vida en el siglo XXI para darle forma a este drama íntimo y seco. Desde ese lugar tal vez les brinde a sus heridos protagonistas, siempre con mesura, una generosa segunda oportunidad. 

Más que los detalles del drama íntimo, lo que resuena con potencia son los resultados de la rigidez de una sociedad anclada en mandatos religiosos ancestrales que, en este caso, se transforman pronto en mucho más que un mero telón de fondo. 

Atractivo planteo en términos de amable comedia dramática donde la gastronomía será determinante para el desarrollo del relato. 

Lúcido film alemán (...) El asunto es inquietante, pero el director prefiere la quietud, los medios tonos, la explosión contenida.