Críticas de la prensa de EL SECRETO DE ADALINE

Puede que El secreto de Adaline sea reiterativo en su romanticismo, por momentos empalagoso. No es un cuento de Borges. Pero tiene encanto y capacidad de evocación

Controlado drama romántico, que, a la vez, es un noticiario del siglo XX y un nada aparatoso film fantástico

'Los secretos de Adaline' aprovecha los elementos que mezcla: realidad, fantasía, amor, desamor, soledad, pero al final son empañados por un argumento mal estructurado que se desdibuja hacia el tercer acto.

Estamos acá ante un cuento de hadas no como los de antes, con sus oscuridades y crueldades, con su imaginativa sed de sangre, sino con una versión inocentona, más tranquilizadora que cualquier otra cosa.

La interpretación de Lively es apropiadamente misteriosa, pero demasiado vacía para que el público empatice con su personaje. El problema reside en el guion, que no le da mucha profundidad

Esta película esquiva la refutación conceptual para llevarlo al terreno del melodrama más fácil (...) Muy cuidada (...) cuenta con una Blake Lively perfecta por su encanto y belleza intemporal

Blake Lively está serenamente radiante en un melodrama demasiado correcto para su propio bien (...) la película es agradable, respetable y un poquito aburrida 

La expresiva y sutil interpretación de Blake Lively pone el tono para este drama romántico tan disparatado como disfrutable 

Demasiado a menudo, el desfile de Adaline de vestidos de época, abrigos y bolsos sustituye la riqueza de la experiencia humana 

Lively nunca ha estado mejor, pero 'Adaline' está más interesada en la ropa que lleva que en lo que pasa por su cabeza 

Un guión con demasiadas piruetas logra sin embargo tocar las fibras íntimas. 

La narración se mueve en la mejor tradición de las buenas chick flicks y, con todo y sus lugares comunes es una película que se deja ver sobre todo por la presencia de Ellen Burstyn y de Harrison Ford. 

Tiene mucho de capricho de guión, (...) es una suerte de derivado de 'El curioso caso de Benjamin Button', que encuentra un extraño mérito en la mesura y circunspección con que se aproxima a su disparatado argumento. 

Que lo que se cuenta resulte poco creíble es lo de menos, (...) El tema, convengamos, bien pudo haber disparado otras reflexiones, no todas vinculadas con el enredo melodramático que interesó a los guionistas. 

Tiene el aspecto de los clásicos y huele a best-seller literario pero se queda a medio camino (...) Si no se piensa mucho, se ve con cierto agrado. Si se escrutan sus posibilidades, se derrumba. 

Reúne el total de ingredientes de una historia cursi: romance mezclado con ciencia ficción revestida de aforismos new age, (...) La gran pena es ver a Ellen Burstyn (...) en un papel menor y a años luz de su calidad como actriz. 

Posee defectos en su guión y estructura, pero sorpresivamente el envoltorio final es satisfactorio porque se trata de una pequeña y asumida película sentimental. 

Cuando la película se acaba con la felicidad plana que tiene lo previsible, sentimos que todo pudo haber sido mejor. Pero salimos contentos porque los románticos somos optimistas. 

Hay un absurdo resorte argumental. Por momentos el asunto se vuelve involuntariamente divertido cuando la incoherencia se aplica más a las situaciones realistas, con diálogos que parecen salidos de algunas escenas de relleno.