La película comienza con el derrocamiento del zar durante la revolución rusa de 1917. La familia del general conde Svirsky (Roger Karl) se encoge de miedo en su casa, segura de que las turbas de campesinos enojados los destrozarán. Pero incluso en este momento de crisis, Svirsky puede encontrar tiempo para asesinar al joven oficial que ha estado teniendo una aventura con la condesa Svirska (Emmy Lynn). La condesa sabe lo que pasó, pero permanece leal con su marido mientras escapan a la seguridad de la Riviera francesa. Es aquí donde la condesa conoce a Henri de Cassel (Jaque Catelain), la “imagen viva” de su amante muerto.
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