Es increíble ver un documental sobre MI HERMOSO BARRIO. Atractivo, edificante y, en última instancia, inspirador. Un recordatorio necesario en este momento del poder de la pequeña democracia y la comunidad para hacer frente a los intereses corporativos. Una de las tomas finales es un primer plano de una fuente de agua pública (la del parque de mi barrio), en la que aparecen manos de niños y mayores sosteniendo regaderas, vasos, juguetes, etc... ¡¡¡He llorado un poco!!! Recomendado a todos. |