El emperador austríaco Franz Josef ha arreglado el matrimonio de su sobrino, el archiduque Paul Gustave, apodado Gustl, con la adecuada princesa Matilda, una mujer que Gustl ni siquiera puede recordar. En cambio, está enamorado de la condesa húngara Zarika Rafay, que Gustl no puede decirle a su tío porque desaprueba a su familia. El Emperador permitirá a Gustl sembrar su avena salvaje antes de ... |