La historia de Chimo y El Rubio es intensa, real y muy necesaria. Las actuaciones de Christian Checa y Hugo Welzel son brutales; te hacen sentir cada emoción. La dirección de David Valero es sutil pero efectiva, y la banda sonora le da un toque urbano que conecta con la juventud actual. Una película que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre temas como el acoso y la empatía. |