Críticas de la prensa de ÉRASE UNA VEZ...

La premisa parece que ha salido de una conversación nocturna entre gente que ha perdido la cabeza (...) Lo curioso es que la película que ha salido de ahí es excelente

Una combinación inteligente y elegante de 'Peter Pan' y 'Alice in Wonderland'

Es adorable pero no está totalmente desarrollada (...) El film es muy bueno transmitiendo la magia del mundo infantil

Modula bien lo mágico y lo sórdido, sugiere de un modo accesible lo que ya sabemos de los personajes y procura que lo triste y lo asombroso queden bien confabulados. Como película tiene rareza y encanto

Si bien hay pasajes intermedios que nos hacen temer por esa disolución del interés de tan prometedor arranque, el filme sortea obstáculos y llega a buen puerto como otra crónica de una infancia rota

Es un producto (...) insípido y sin sentido, que no sabe si dirigirse a un público infantil, que acabará aburriéndose mortalmente (...) o a un público adulto, que no encontrará la reflexión buscada

Una cucharada indigesta de literatura infantil pesada

Chapman encuentra maneras encantadoras de representar la imaginación de sus heroínas, pero no consigue que los personajes sean de carne y hueso. 

Funciona gracias a la fuerza del extravagante (no excesivamente) guion de Marissa Kate Goodhill y a su impresionante reparto. Y se eleva gracias a la dirección estelar de Chapman 

Este tipo de ficciones revisionistas son bienvenidas. No todo el mundo cree que Santa Claus tiene que ser blanco. Por desgracia, la película tropieza en su camino hacia un mundo de fantasía. 

Buena suerte encontrando la magia en este mejunje inexplicablemente serio y deprimente de los mundos de J.M. Barrie y Lewis Carroll. 

A pesar de sus estridencias narrativas, 'Come Away' me parece admirable y encantadora 

Promete mucho pero ofrece poco (...) El subtexto se presenta de manera tosca y las amenazas se telegrafían con clichés vagos (...) Una oportunidad perdida. 

Un producto infantil de fantasía inequívoco de nuestro tiempo: derrocha imagen digital a borbotones tanto en la ambientación de Londres como en la fotografía y en esa textura de los rostros tan uniforme