No hay respuestas fáciles en el debut como director de Michael Shannon, ERIC LARUE. Sin embargo, un tema tan intenso necesitaba un tono y un mensaje más firmes. Los momentos cómicos en los que se pone de manifiesto la hipocresía de encontrar consuelo en la religión en momentos tan dolorosos nunca funcionaron para mí, como tampoco lo hizo la forma circular y sin sentido de los personajes de comunicarse y atravesar su dolor. Algunas buenas interpretaciones, especialmente la de Judy Greer, pero en general, esta desconcertante película me dejó enfadado y ofendido. |