Críticas de la prensa de FUERZA MAYOR

'Fuerza mayor' es a la vez divertida y triste (...) Es uno de los platos fuertes del 2014.

Östlund se mira directamente en Haneke para explorar sin anestesia las heridas de la institución en crisis. (...) 'Fuerza mayor' de cocción lenta que, como los buenos platos, pide paciencia

Cuenta tantas cosas, con tal grado de detalle y con tanta sutileza (...) que asusta. Impresiona. Da vértigo. Porque al final ésta es una película sobre el miedo

Meticulosa y deliberadamente acelerada, 'Fuerza mayor' golpea inesperadamente al espectador como una avalancha emocional.

La película de Ruben Östlund, sobre un padre que abandona a su familia durante una avalancha, sacude la capa superficial de la conducta humana para mostrarnos el hielo que hay debajo.

El cineasta Ruben Östlund va cambiando de tono, del humor al thriller psicológico, redefiniendo el coraje y la familia en el proceso. 'Fuerza mayor' es una sacudida. No sabrás lo que te golpeó.

Östlund revela implacable capacidad de observación, riesgo en la construcción y en el tono y compromiso con la inabarcable complejidad de lo humano.

El director, quien ya había explorado la moralidad de la sociedad sueca en 'Play', nos entrega un dramedy de buena manufactura y actuaciones convincentes.

Hay aquí una voluntad de elaborar una dramatización envasada al vacío, que a algunos puede evocarles el mundo irrespirable de un Haneke.

El cuarto largometraje de Ruben Ostlund calibrado con gran precisión (...) [es] visualmente impresionante, incluso en sus momentos más banales, y perceptivo emocionalmente casi hasta la exageración. 

Este brillante y brutalmente divertido derribo de la complacencia burguesa, los estereotipos y suposiciones de género y la ilusión golpea en la fragilidad humana de manera tan implacable como cualquier película de Michael Haneke. 

Poco a poco, entre la turbación y el frío, el director construye una perfecta tela de araña de la que es imposible zafarse. Brillante hasta la más dolorosa de las perfecciones 

Palabras vacías en la nieve. (...) Ni el matrimonio en crisis, ni los angustiados hijos, ni las parejas que comparten su intimidad, logran que me interesen mínimamente su personalidad y sus dramáticas circunstancias. 

La cuarta película de Ruben Östlund, es esa necesaria bomba atómica contra el macho moderno. (... ) Estéticamente, Östlund da en el clavo una y otra vez. 

'Fuerza mayor' maneja un ritmo lento, a veces es contemplativa como buen cine sueco, pero está cargada de humanidad y hasta de sabiduría. Es de las películas que lo acompañaran varios días. 

Invierte muy dosificada pero certeramente lo mínimo dramático posible para determinar una serie de trituraciones individuales en cadena cual dictamen malvado de una comedia dramática antifamiliarista de acendradas raíces bergmanianas y escueta fronda minimalista. 

Aunque sus ideas son brillantes, Östlund las explora con vaguedad y con una narrativa que pareciera detenerse repentinamente. De ninguna manera es 'Fuerza mayor' un fracaso, pero su desequilibrio reduce el impacto de descubrir la unidad de los sexos. 

Son muchas las interrogaciones que plantea 'Fuerza mayor', una cinta áspera que elude el pesimismo moral sin dejar por ello de remover de modo perturbador (...) la corrección política y las certidumbres más tranquilizadoras de sus espectadores. 

Una mirada llena de inteligencia, que arrasa con todos los valores que sostienen el machismo y jaquea incluso los postulados de la corrección política. Una película audaz e inquietante. Un estreno para celebrar. 

Con una puesta en escena de típico “estilo nórdico”, caracterizada por su impasibilidad entomológica e hipercontrol de todos los elementos, el cuarto largometraje del director sueco plantea una crisis familiar que traslada al espectador. 

Con escenas que invitan a la incomodidad, el drama tiene un discurso eficaz que se vale también del humor. 

Muy buena película. 

Filmada con ojo elegante, actuaciones dolorosas, humor negro y un realismo que redefine la incomodidad en cámara, el director Ruben Östlund construye un relato fascinante, nunca predecible y que llama a reflexiones inéditas sobre las relaciones humanas. 

Östlund puede no ser muy económico, pero su parsimonia es necesaria para transmitir el espesor acumulativo del drama. 

Película dura y exigente, cero misericordiosa, Fuerza mayor propone un juego al que no todo el público estará probablemente dispuesto a entrar. Pero los que entren saldrán sobradamente recompensados.Aquí hay pulso cinematográfico. 

Aunque Östlund tiene la suficiente personalidad como para no parecerse a nadie, hay rastros de Ingmar Bergman, claro, pero también de Michael Haneke, en la frialdad con que posa la mirada sobre sus personajes. No es cruel y en sus buenos momentos, francamente graciosa. 

Ostlund (...) Primero se toma su tiempo, pero después atrapa, regocija maliciosamente, aviva nuestra inquietud sobre lo flojas que vienen las nuevas generaciones, y deja el conjunto listo para discusiones y reinterpretaciones a la salida del cine.