Helen y Manders están enamorados y desean casarse. Sus padres se oponen a su pobreza y quieren que se case con Alving, un notorio libertino, rico y poderoso. Manders protesta. El médico de cabecera también objeta por el resultado que supondría para los niños tal compatibilidad, pero los padres de Helen se ríen de estas ideas novedosas. El médico luego apela a Alving, quien ... |