Miguel Gomes y su equipo fueron a Asia en busca de una película, pero lamentablemente volvieron con las manos vacías. Nos quedamos con unas imágenes que difícilmente podrían sostenerse por sí solas si no fuera por su fascinación depredadora por el Otro extranjero, como toda la peor literatura de viajes -incluyendo elementos básicos del imaginario occidental como las norias de Myanmar impulsadas por seres humanos y el tren que atraviesa un edificio en Chongqing, China.
La próxima vez, quítales el dinero y quizá tengan que inventar una película. |