Críticas de la prensa de HAPPY FEET 2

Más disfrutable por sibaritas de lo prohibidamente bizarro que por eso que llaman 'todos los públicos'

'Happy Feet' fue uno de las mejores y más originales películas animadas, pero su secuela ni siquiera puede decidir lo que es durante los primeros 40 minutos

Aunque mantiene los elegantes diseños musicales y el espléndido trabajo visual que hizo tan peculiar a su predecesora, esta parlanchina secuela pierde el rumbo con un montón de sosos personajes secundarios 

Es difícil resistirse a unos pingüinos bailarines, pero 'Happy Feet 2' puede hacer que desees intentarlo 

Incluso con el añadido de nuevos personajes, como los que doblan las voces de Brad Pitt y Matt Damon, la secuela animada de George Miller no es muy divertida 

Los honestos mensajes sobre el cambio climático y la educación parental se han reemplazado con un sentimiento de diversión a lo todos-compartimos-el-planeta que es mucho más 'Buscando a Nemo' que National Geographic 

Con cierto regusto a la memorable 'Buscando a Nemo' (...) Lo mejor: sus espectaculares y abundantes números musicales (...) Lo peor: es tal borrachera de música y color que al final no te acuerdas ni de la historia que te están contando 

El espíritu didáctico tiene sentido en el cine cuando está sostenido por una historia atractiva. Si no, entorpece el desarrollo de una narración que primero debe entretener y, en un segundo plano, dejar a los más chicos un mensaje positivo. Aquí, parece, la prioridad no siempre ha sido ésa. 

Un rejunte de distintas líneas narrativas, todas ellas embrionarias y con dificultades para hacer sinergia. El resultado es la película más floja en la carrera del australiano George Miller. 

Las nuevas aventuras de este simpático pingüino bailarín resultan decepcionantes, sin un discurso claro, donde la característica del personaje es una perseverancia que no alcanza para transmitir entretenimiento ni emoción. 

Técnicamente el filme es impecable, tiene diseños encantadores, ideales para los más chicos y con el 3D como valor adicional. 

No aburre y los más pequeños gozarán con los incontables números de canto, baile y el impecable 3D, pero esta secuela por querer ser mucho, termina siendo poco.