Críticas de la prensa de HELLBOY

Donde esta película sobrepasa los límites del humor para rebozarse en la autoparodia es en los complementos. (...) un desmadre ante el que más vale aplicar eso de, Relájate y disfruta (yo lo hice y funcionó)

Una funcional estructura argumental (...) una aventura que conquistará a aquellos que aún no estén de vuelta de todo. Y es que, si este es tu primer Hellboy, tiene garra para convertirse en uno de tus favoritos.

Este no es el Hellboy que queremos ver (...) Sin embargo, aunque sea un desastre a nivel técnico, me apuntaría a una secuela si eso implica disfrutar más de Baba Yaga

La nueva 'Hellboy' parece una película realizada en la incomodidad de saber que será comparada con un gran film de género. Y, profecía autocumplida, su pereza lleva a eso.

Un desastre escandaloso, sin alma, que tiene mucho más en común con las peores secuelas de 'Underworld' y 'Resident Evil' que con el trabajo de Guillermo del Toro o Mike Mignola

Un reboot banal que no tiene la chispa diabólica de la original (...) No podría ser más aburrida

La nueva dirección que toma la franquicia —una visión oscura y madura de un personaje oscuro y maduro— tiene sentido. Pero algo se ha perdido por el camino

Se puede aducir que el guion resulta deslavazado, que sus invocaciones a la virilidad más rancia huelen a idem (...) Un retorno sin fuste, ni diabólico ni legendario.

Más allá de los esfuerzos de David Harbour, y de su violencia extrema gastada al punto de la insulsez , este remake de 'Hellboy' tiene pocos argumentos para justificar la inversión de dos horas.

David Harbour ofrece un 'Hellboy' honesto y amenazante... pero que se pierde en un infierno de guion y dirección.

Huye y escóndete de este incoherente e innecesario reboot de la franquicia (...) Sus dos horas de duración parecen una eternidad

Del Toro, por Dios, vuelve (...) caótico rosario de escenas de acción, efectos apocalípticos y chistes sicalípticos (o al revés) con el único propósito de arruinar el legado en el que hace pie.

Si el Hellboy de Guillermo del Toro y Ron Perlman era un niño (muy) grande, el Neil Marshall y David Harbour no es más que un tarado de gatillo fácil (...) tiene un serio problema de falta de claridad

No es más que una historia incomprensible, frenética y poco desarrollada, llena de violencia, batallas monstruosas y con una atmósfera apocalíptica que no es nada relevante 

Es simplemente terrible. Sobrecargada, bastante menos entretenida de lo que quiere ser y con malas decisiones en el diseño, incluso cuando algunas cosas funcionan 

Entre los efectos sobrecargados, los diálogos sin ingenio y la violencia constante y aturdidora, esta nueva 'Hellboy' merece su propio círculo especial en el infierno de Dante. 

Harbour es un Hellboy formidable (...) Es difícil sacar algo de una película que no se preocupa de ofrecer observaciones agudas sino de llenar sus 120 minutos con cosas convencionales. 

El humor y la poesía de Del Toro son reemplazadas por violencia y vulgaridad. 

La falta de historia y de desarrollo en los personajes es tan agresiva que ni siquiera funciona como pasatiempo cutre de explotación. 

Un intento flojo, torpe y sin encanto de reflotar una franquicia aclamada. Está llena de personajes desechables con motivaciones confusas, imágenes cutres y un montaje descuidado. 

Un desastre bullicioso y gore que sólo podría gustar a un adolescente (...) La subtrama sentimental de padre e hijo presenta la versión más absurda e irrisoria de 'Hellboy', lo que resalta el abismo que hay entre el guion y la dirección. 

Es bastante evidente que lo único nuevo que ofrece esta 'Hellboy' es sangre y violencia 

El gusto de Marshall es fácil de admirar pero difícil de compartir y le da a la película cierta integridad asquerosa y agotadora. Quizá sea algo que hay que ver. Pero también puede ser bastante aburrida. 

Lanza tantos elementos trillados y tantas revelaciones que todo parece borroso y sofocante (...) Es estática cuando debería ser ágil y es desordenada y torpe cuando debería ser emocionante. 

Endiablada verbena (...) Donde Del Toro filtraba poesía, Marshall desgrana ruido y delirio, pero los cambios siempre están al servicio de un placer sin prejuicios 

Un entretenimiento, brutal, en el que las peleas con monstruos, gigantes y un cerdo, (...) son su razón de ser. 

En esta secuela,(...) no hay inspiración. Está dominada por un afán efectista y artificioso que recorre la cáscara del personaje. 

Es menos una adaptación que una mera trasposición (...). Estas condiciones no podían generar otra cosa que un producto de factura seriada, previsible, por momentos pasado de rosca y, peor, sin la personalidad de los trabajos de Del Toro. 

De incongruencias ya mejor ni hablamos, son evidentes, (...) algo que se podría entender como parte del absurdo al que pretendían llegar, por desgracia no funciona como tal y termina entregando una película con algunos momentos entretenidos. 

Hay oportunidades dolorosamente perdidas en lo técnico, lo narrativo y lo actoral. 

Marshall (...) hace una cinta violenta pero divertida. (...) se aparta de las ideas de Del Toro, impone las suyas y preserva el legado de las novelas gráficas. Su idea, próxima al género del horror, funciona. 

Tiene la ventaja de contar con una dirección que carece de un estilo que deje sello. Marshall respeta el mito del personaje y el resultado es automático. (...) en esta nueva mirada (...) lo que pesa no es el sello del cineasta sino las características del personaje. 

Al final es imposible no sentir algo de nostalgia. Se extraña la imaginación, las referencias, la elegancia, incluso la osadía. 

Esta sensación diabólica, el nuevo filme de Hellboy cuenta con escenas mucho más viscerales en las cuales la sangre brota de cada pelea y cada escena; logrando así diferenciarse de la obra Del Toro.