Críticas de la prensa de HIGH-RISE

Una película deslumbrante, perturbadora, fea e incómoda (...) No esperes un thriller (...) pero esta valiente y fiel adaptación de Ballard te estremecerá y repugnará

La brillante y suntuosa adaptación de Wheatley sirve la orgía del caos en bandeja de plata (...) La obra de Ballard es recreada meticulosamente y con admiración

En los días buenos, esta película es un placer malvado, lleno de gamberrismo, humor negro y verdades que cuesta admitir. En los días malos, es un espejo

Transmite, y era difícil, la capacidad de Ballard para crear imágenes de desastre que sean a la vez poéticas y filosóficas

'High-Rise' acaba siendo monótona: una prisionera de su propia escalada en lo repulsivo (...) Al final, resulta demasiado hermética y superficial para resonar más allá de sus interiores caóticos

Wheatley ha hecho de 'High Rise' su historia, en lugar de la de Ballard. Está bien, pero por desgracia es una visión menos interesante (...) No es un desastre, pero se le acumulan los fallos

Una compleja y fluida adaptación que es respetuosa y casi fiel, mientras sigue siendo su propia y hermosa bestia enloquecida. (...) Los fans de Ballard deberían quedar satisfechos, los recién llegados podrían encontrarla difícil. 

Un desastre a muchos niveles (...) Wheatley y Jump han convertido la arquitectura lúcida y austera de la prosa de Ballard en una locura de película, inconexa y flácida (...) Es, en definitiva, un ambicioso y brillante fracaso. 

Una adaptación ostentosa y a menudo, incoherente (...) Aquellos que tengan un apetito por las aberraciones visuales creativas, podrían hacer de 'High Rise' una película de culto 

La guionista y el director están menos preocupados por el mensaje que por la locura, y la película al final es más estilo que sustancia (...) La propia naturaleza del film crea una barrera que dificulta que el espectador participe en el caos. 

Tontería excesiva, que utiliza como prestigioso pretexto una novela del retorcido Ballard (...) para que exhiba sin descanso y gratuitamente la primera idiotez presuntamente brillante que se le ha ocurrido al creador sobre la marcha. 

El conjunto está lleno de brillantes soluciones visuales (...) y brilla con la autoridad de un trabajo fidelísimo al espíritu del original que no se deja asfixiar por el peso del clásico que adapta. 

No poco escalofriante. (...) La idea es describir, entre el absurdo y el ruido, la paulatina ruina de todo lo sólido. (...) El director apuesta por suspender la película en el vacío. Y la idea es siempre abandonar cualquier referencia. 

Un ambicioso y kubrickiano viaje al corazón de la demencia. (...) El impacto que produce la película (...) coloca al director británico en otra liga, determinado a competir con los más grandes cineastas del cine contemporáneo 

Es una película que tiene ganas de no dejar indiferente a nadie (...) un mosaico tan perturbador como apabullante que deja sin respiro. Los espectadores decidirán si odian o aman un filme al margen de toda convención. 

Sobre el caos, la demencia y la inanez vuelan efectivamente varias simbologías a propósito del mundo que construimos, y el hecho de que resulten tópicas y algo tontuelas no les quita ese amargor de fin de fiesta 

Con 'High-Rise' [Wheatley] ha pasado a otro nivel, el de los directores superdotados (...) integra el horror, la psicodelia, el surrealismo y la locura, en una mezcla psicótica, hipnótica, subversiva, grotesca, morbosa. 

Un filme valiente, arriesgado, que habla sobre el ahora usando como excusa un contexto distópico, y presenta no pocos hallazgos no sólo de planteamiento sino también puramente estéticos. 

Funciona, pese a la desmesura (...) Este edificio ordenado por castas, una Babel distópica inmobiliaria en manos de la clases altas, acaba aturdiendo, pero aguanta el envite, logro de cineasta tozudo. 

Una explosiva puesta en escena, brillante, creativa, inesperada, saturada de recursos, bizarra, caótica, magistral a menudo, torpe por momentos, como sus personajes, perdidos, excesivos, psicóticos 

La propuesta más salvaje, arty y ambiciosa de la carrera del cineasta británico. No apta para estómagos cinéfilos de ligera digestión. 

Buena fotografía y música. Es recomendable, pero prepare su estómago. 

Es un bicho raro: al mismo tiempo obvia en sus intenciones y opaca en su desarrollo. Wheatley (...) entrega una película fascinada con su propio caos, con un rumbo tan vago que necesita de símbolos redundantes. 

La cinta de Wheatley no logra encontrar el tono de sátira cruel y sutil de la novela. Sin embargo, rinde un honesto homenaje a las palabras de Ballard, recrea con habilidad la estética chic de los años setenta y realiza un complejo mosaico de ambición, elegancia. 

La adaptación de Ben Wheatley destaca por la eficacia con que retrata la mezcla de sofisticación y barbarie en la que viven los pobladores del edificio, así como por las actuaciones de Tom Hiddleston y Jeremy Irons. 

Una joya británica que sorprende por su caótico desarrollo. 

Con gran elenco y presupuesto, el muy interesante director de KILL LIST y SIGHTSEERS parece perder de vista los hilos del relato y el interés que podrían despertar los mayormente desagradables personajes.