Críticas de la prensa de INDEPENDENCE DAY: CONTRAATAQUE

Tan espectacular como podrías esperar de una secuela (...) Te lo pasarás tan bien que ni siquiera echarás de menos a Will Smith

La película sigue el esquema de su predecesora: faltan los chistes de Will Smith, pero el resto explota igual. (...) El placer culpable es esto. Ya esperamos la tercera parte.

No voy a sentarme aquí a poner a parir a la película por su trama lineal, sus personajes caricaturescos, su falta de realismo y sus escenarios bíblicos y cargados de efectos especiales: es lo que la hace disfrutable

Todo es demasiado y demasiado rápido, y el efecto acumulativo es como el de ver un trailer de dos horas: más mareante que emocionante

El humor monopoliza los mejores momentos (...) Y el gran espectáculo no desfallece, como es propio de Emmerich, aunque no ofrezca novedad alguna para el recuerdo

Atractivo punto de partida, en la línea de 'El juego de Ender' o 'Starship Troopers', pero [Emmerich] no tarda en abandonarlo en favor de una repetición más aparatosa y más grande de lo que ya hizo

'Independence Day: Resurgence' no se desvía de lo que promete: un ligerísimo y absurdo tono con muchos efectos especiales.

Lo único que resurge en esta mezcolanza alienígena sin gracia es la pasión de Hollywood de cobrarnos más y ofrecer menos

La película tiene un buen vistazo, a pesar de que personajes, diálogos y tratamiento general sea un poco infantilón. Pero es lo suyo

Lejos del impacto de su predecesora, el contraataque alienígena de 'Día de la Independencia' se desintegra en una seguidilla distracciones visuales.

[Es] triste y aburrida, un reboot sin la audacia o la diversión de la primera película

No sólo es descuidada, sino que es casi un sin sentido. (...) Puntución: ★★ (sobre 5) 

Esta secuela, dispersa pero bastante espectacular, contempla a Roland Emmerich reclamar su título como el DeMille de la destrucción global 

La primera 'Independence Day' fue una gratificante bofetada de cine pop, ligero e inofensivo: la secuela es dos veces más grande y la mitad de divertida 

El mediocre, a veces abismal guión no importaría demasiado si 'Resurgence' deslumbrara visualmente o si apareciera una estrella carismática que pudiera levantar una película tan fácilmente como Will Smith hizo con la primera. 

Tan intencionadamente cursi y descaradamente absurda como la primera (...) reparte la acción y los efectos en crecientes dosis cuidadosamente calculadas, que dan a la película una tensión que se va acumulando. 

Hay buenas ideas, pero prevalece la impresión de haber pasado de una secuela acontecimiento a la algo atropellada resurrección de una franquicia (...) Por lo menos no estamos ante una fotocopia cara 

Emmerich aprendió de ciertos errores o excesos (...) a esta segunda entrega de 'Día de la Independencia' no se le puede exigir demasiada coherencia, sutilezas ni matices. (...) Ya se sabe: tómelo o déjelo. 

Hay algo de autoparodia, con frases rimbombantes y, como en la original, mucho de cine Clase B. Nadie pide ya coherencia en 'X-Men' ni en 'Los Vengadores', así que no habría por qué ponerse pretencioso con 'Día de la Independencia'. 

Redobla casi todas esas apuestas, convirtiéndose en algo así como la sátira de una sátira. La única que no sólo no redobla sino que esfuma es la del humor. Y ahí la película, como el enemigo, explota desde sus entrañas. 

Se disfruta como lo que es: cine pasatista sin dobles discursos ni pretensiones intelectuales. 

Todo ocurre demasiado rápido, pero sin audacia; los diálogos son previsibles, y el contraataque de una secuela trepidante jamás se vislumbra. Todo luce disperso, excesivo, pero insulso. 

Cumple sin honores pero tampoco pasa vergüenzas. (...) Filme autocomplaciente con su público, por lo menos es fiel a sí mismo hasta en su estructura narrativa. 

Un calco deslucido de la original; una nueva invasión con nave aún más grande. Pero lo grande no siempre es mejor y la historia que antes logró entretener y desarrollar personajes e historia, ahora simplemente es una anécdota apresurada y ridícula. 

El guión es un desastre de similares proporciones que intenta mezclar sin éxito el heroísmo, el humor y el genocidio, fracasando en sus intentos por emocionar con afectos y patriotismo. Pero, hay que decirlo, entre tanta metedura de pata hay una película llena de momentos divertidos. 

Parece como si las cinco personas responsables de escribir la historia, hubieran hecho cada uno un guión por su lado y luego los hubiera juntado una mecanógrafa ciega. 

El resultado es un desastre, pero no como el que la película hubiese querido: si antes los efectos eran en miniaturas, hoy todo pierde encanto mediante el uso excesivo de la pantalla verde y la computadora. 

Demás está entrar en detalles o en meandros argumentales cuando la capacidad de contar una historia está tan hipertrofiada, como en este caso. 

Todo es un gran bolazo, claro, que si se ve con el nivel de exigencia cerca del mínimo se puede llegar a disfrutar. Pero no hay ideas nuevas y todo va sin prisa, y con demasiadas pausas, hacia lo previsible. 

Es una sólida y vertiginosa película épica de ciencia ficción con asombrosas batallas aéreas en un 3D muy bien utilizado e imágenes surrealistas.