Roger Ebert (Chicago Sun-Times) | Nota: 9 |
El filme funciona (...) En los viajes a través del tiempo me suelo distraer con los fallos de la lógica y sus contradicciones temporales (...) Aquí lo acepto como premisa, no me hago preguntas |
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Oti Rodríguez Marchante (Diario ABC) | Nota: 6 |
Una película de incontenida tensión pasional (...) el hecho de que ese romance lo interpreten quienes lo interpretan sin duda lo banaliza, lo sitúa en zona vista o sabida. |
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Claudia Puig (USA Today) | Nota: 4 |
La ilógica 'Casa del Lago' se hunde en el absurdo. (...) Es un intento de contar un romance, una intriga de viajes en el tiempo y una meditación sobre la soledad. No funciona ninguna de las tres. |
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Francisco Marinero (Diario El Mundo) | Nota: 4 |
Muy bonitas imágenes, con reparto adecuado, contado con serenidad (...) e inconsistencia insuperable. |
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A. O. Scott (The New York Times) | |
La película es, por encima de todo, un escaparate para sus estrellas, que parecen cómodos en sus papeles y encantados de estar otra vez en mutua compañía en otra película profundamente simple, que entretiene sin esfuerzo. |
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Stephen Hunter (The Washington Post) | |
La casa del lago tiene la sensibilidad de algo concebido por Stephen King después de una sobredosis de chocolat cubierto de cerezas y postales de San Valentín. En otras palabras, es dulcísima y basada en una premisa que es, no hay otras palabras, rídicula. |
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Michael Phillips (Chicago Tribune) | |
Este es un proyecto cuyos elementos, desde su idea hasta el guión y el casting, se niegan a seguir las fórmulas convencionales, lo cual es bueno, pero no lo suficientemente coherente. |
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Ty Burr (Boston Globe) | |
Una dulce 'Casa de Lago' sin espacio para la lógica. (...) Es un melodrama romántico: nada de lo que avergonzarse. (...) No intentes enfrentarte a ella con la lógica: perderás |
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Shawn Levy (Portland Oregonian) | |
La casa del lago se mantiene a flote. (...) A pesar de su dudoso punto de partida, resulta ser sorprendentemente robusta. |
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Connie Ogle (Miami Herald) | |
La casa del lago se desborda de palpitantes emociones, si por emociones entiendes a ver gente atractiva esperando cartas entregadas por fuerzas místicas. Lo cual, bien pensado, hace que este melodrama romántico suene mucho más interesante de lo que es. |
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M. Torreiro (Diario El País) | |
No está nada mal el punto de arranque (...) puesta en escena delicada, llena de matices (...) pero el guión hace más trampas que un tahúr del Misisipi |
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