La historia se centra en un barman de Boston que rescata a un perro de un cubo de basura. Este acto de buena voluntad, lo mete en más problemas de lo que pudiera imaginar, cuando el desquiciado anterior dueño del perro va a por él. La situación se complica todavía ás cuando se ve envuelto en una conspiración criminal en el bar donde él trabaja que está controlado por la mafia.
Este último título del actor tristemente fallecido James Gandolfini constituye un más que estimable thriller en el que lo más destacable es el trabajo de sus intérpretes. El propio autor del libro en que se basa el filme, Dennis Lehane, ha escrito el guión, y esto se nota en la falta de altibajos de la historia y en los estupendos diálogos de la película. El director Michaël R. Roskam sabe construir muy bien esa tensión que se va acumulando a lo largo del metraje hasta hacerla explotar en su estupendo tramo final. El trabajo actoral del reparto brilla a gran altura con especial mención a unos estupendos Tom Hardy y James Gandolfini. Gran película.