Críticas de la prensa de LA LEGO PELÍCULA 2

Tiene canciones más entretenidas y pegadizas que nunca (...) Pero le falta algo, una pieza importante, para que todo el conjunto funcione a la perfección

Una tormenta incesante de gags, tremendamente original y que no deja ni un segundo de sorprendernos

Propulsada por adrenalina, azúcar y plástico, no reinventa el 'ladrillo' respecto a su antecesora, pero cuando se trata de una fórmula tan divertida e inteligente, ¿por qué iba a importarnos?

Sigue resultando tan original como 'La Lego película'. (...) es otro festival iconoclasta de gags imaginativos y un despliegue de inventiva

Un ejercicio de pura libertad, ritmo vertiginoso y aire subversivo en el que todo cabe y todo es posible. Que más da que Marvel no les coja el teléfono. Ni falta que les hace.

Todo sigue siendo fabuloso en el universo cinematográfico de LEGO (...) Mucho menos perfilada que la original, la película tiene el encanto de lo imperfecto

El impacto y la creatividad visual siguen allí, (...) Sin la novedad pero con el corazón de la primera.

Ya no impresiona tanto, pero todavía tiene ese toque gracioso y juguetón

Se antoja a la vez tan repetitiva como irrenunciable (...) el sexismo jugueteril es sometido a una delirante metadeconstrucción tan cerca del anuncio eterno como del más gozoso de los delirios

Da la impresión de ser una copia barata y torpe de la original (...) Repite muchos de los gags visuales que tan bien funcionaron en el pasado. 

Pese a lo entretenida que resulta (...) hay algo que echamos de menos: la loca creatividad de la original (...) Todo sigue siendo impresionante, sólo que un poco menos. 

Parece un movimiento meticulosamente calculado para enseñar al espectador nuevas formas de apreciar el producto, en lo que resulta ser un anuncio publicitario con la duración de una película. 

Las bromas siguen haciendo gracia y el aspecto de los personajes brilla con luz propia (...) Es una película adorable. No necesita reinventar lo que significa crecer para que cambiemos de idea. 

Una encantadora aventura para todas las edades que tiene el potencial de alcanzar incluso a los espectadores más cínicos y pesimistas. 

Es menos entretenida, vistosa y deslumbrante que las propuestas más satisfactorias de la franquicia. Cansa y a veces incluso aburre 

En su esfuerzo por dar lecciones morales (...) no está a la altura (...) Esta secuela, con todas sus bromas recicladas y canciones remezcladas, es un recordatorio de lo buena que fue su antecesora 

No es tan divertida ni está tan bien ejecutada como la original, pero es una secuela ambiciosa y agradable. Hará reír a los niños y los adultos apreciarán que los directores se la hayan tomado en serio. 

Aquí no hay tanto unos creadores remezclando postmodernidad para toda la familia, sino una desalentadora mesa de ejecutivos gestionando licencias (...) Sí, la forma es virtuosa y el ingenio sigue ahí. También la astucia para dar gato por liebre. 

Tiene chispa, pero no siempre se enciende. 

Llega esta secuela con resultados más que dignos, pero que pierde en la comparación con su predecesora. (...) La eficacia es menor (...), pero las aventuras (...) se siguen sin esfuerzo y con una sonrisa permanente. 

Lo que va sedimentando a lo largo de la proyección es una sensación de repetición, de escenas similares apiladas con astucia pero escasa imaginación, atravesadas a su vez por una serie de números musicales no del todo agraciados. 

La secuela de Lego se proponía algo imposible: estar a la altura. No lo logra y ni siquiera se aproxima. 

La cinta pierde ritmo y frescura respecto de la primera, pero no dejará de ser un entretenimiento familiar. 

Mitchell no hace un mal trabajo, pero opta por la clásica ruta de las secuelas que no están tan seguras de sí mismas y no se atreven a nada nuevo. 

Sencilla y placentera secuela que, sin embargo, carece de los alcances del filme que le precede. 

Esta vez el efecto no es tan espectacular ni efectivo como la primera vez que nos topamos con este mundo creado por Legos. 

A pesar de estar bien contada, de exaltar como siempre la cultura pop, no está a la altura de su original. 

Se pasa el rato con esta nueva aventura de los muñequitos de juguete, que tiene sus buenos atractivos, más allá del viejo aserto sobre las segundas partes.