Fred Baillif crea una obra de ficción muy real gracias a su dominio de la narración, presentando temas y experiencias en la secuencia y la perspectiva correctas para llevarlo a un viaje convincente que cuestiona el bien y el mal. La crudeza de la filmación y la actuación te atrae y te lleva a un viaje emocional a medida que conoces a La Mif (la jerga francesa para 'la familia'). Refrescantemente, no es un éxito de taquilla de Hollywood, sino una película que te hace sentir y pensar. |