Críticas de la prensa de LA RECONSTRUCCIÓN

Historia áspera, narrada sin miedo al vacío sensiblero e interpretada con una contención que revaloriza el innegable gancho cómico de Peretti.

Taratuto filma con encuadres imaginativos y transfiere su interpretación al espectador, lo que tal vez no guste a algunos.

Película amarga que no aciertas a ver a dónde te lleva, pero que, sin duda, te ha cargado hacia algún sitio.

Un drama íntimo sin ningún tipo de concesiones (...) Lo mejor: la contención de director y protagonista. Lo peor: recuerda demasiado a otras películas.

En 'La reconstrucción' hay riesgo, cambios de rumbo y no pocos logros. Nuevas búsquedas que se reconocen y, en definitiva, se agradecen 

Poderoso drama minimalista sobre la redención, construido sobre la intensa y atractiva interpretación principal de Diego Peretti. 

Desde el principio se ve que el actor Diego Peretti y el director Juan Taratuto han querido romper sus respectivas imágenes (...) la película contiene los suficientes hallazgos como para que este paso adelante merezca ser celebrado 

La película, (...) está construida en base a silencio y dolor y duelo y culpa, con poca acción, con pocos diálogos. Y sin embargo, a pesar de su austeridad narrativa, 'La reconstrucción' muestra alguna ampulosidad, algún exceso de énfasis a la hora de representar la tragedia y el posible intento de mitigar sus daños. 

Un drama de título a título, el director decide aventurarse en el territorio de un género que, si bien no le es del todo desconocido, se encuentra a buena distancia de su zona de confort. 

La reconstrucción tiene la virtud de no ir más allá de sus acotadas y bienvenidas pretensiones. A Taratuto le importa ese pasaje que media entre el dolor más crudo y la chance de salir adelante.  

Es una película difícil, interior. Y decimos difícil, porque la vertiginosidad de la vida diaria, impide detenerse ante algo que tenga el tiempo de la reflexión. 

Lo que me interesa destacar de este filme es su apuesta por tener como protagonista a un hombre opaco y difícil, evitando casi en todo momento los desbordes emocionales. 

Un Diego Peretti distinto, notable, protagoniza el primer film dramático del comediógrafo Juan Taratuto sobre los paulatinos cambios que produce en un ermitaño cumplir con el pedido de un amigo. 

Con una anécdota mínima, (...), Taratuto da espesor a sus personajes, (...) El formidable desempeño de Peretti se distancia del divismo, y quienes le acompañan en roles menores no quedan opacados, tanto por méritos propios como por equilibrios de libreto.