Críticas de la prensa de LA RELIGIOSA

Es una aproximación conmovedora y franca a la soledad de la fe, así como a la falta de fe, cuyos horrores resultan extraños en contraste con la preciosa producción.

Con un impresionante diseño de producción y un guión consistente, es un drama francés de época atractivo y bien hecho, que se sostiene por una excelente interpretación de Pauline Etienne.

Medida y sensible, 'La Religieuse' carece del horror claustrofóbico absoluto de una película como 'The Magdalene Sisters' y se mueve a través de los hechos con una cierta distancia.

La película ofrece imágenes prístinas y nítidas, una luminosa interpretación a cargo de una Pauline Ettiene en estado de gracia, y una trémula bajada a los infiernos de la locura a cargo de la excelsa Huppert.

El film rezuma elegancia formal y se apoya en una gran baza: la soberbia actuación de Pauline Étienne (...) A partir de ahí, la polémica: ¿se puede traicionar a un clásico? ¿Por qué se recurre a él para una operación así?

Una adaptación extrañamente monótona de la novela mucho más subida de tono de Diderot.

Un calculado, muy contemporáneo y sincero retrato del fanatismo religioso. Y algo turbio, incluso. 

La tragedia de esa cría está narrada de forma tan lineal como olvidable. 

[Nicloux] ha firmado una adaptación con absoluta corrección académica que, sin duda, palidece en todos los aspectos al lado de la realizada por Jacques Rivette en 1966. Pero dejando al margen las comparaciones con gigantes, esta 'La religiosa' cumple con suficiente eficacia 

La sensibilidad de esta nueva religiosa es indiscutiblemente contemporánea y cierto carácter de liviandad, a pesar de los hechos retratados, una de las virtudes pero, también, el mayor pecado del film. 

Morosa, solemne, por momentos realmente aburrida y decididamente inferior a la versión que en 1966 filmó Jacques Rivette. 

Guillaume Nicloux volvió a adaptar la obra de Denis Diderot (publicada en 1760) con la intención de modernizar el texto y construir un relato al mismo tiempo respetuoso y libre del libro original. En ese pasaje, el film gana y pierde la partida. 

Seca e intensa. 

El entorno histórico en que se revisa un viejo texto, actúa, una vez más, como intérprete de su contenido. 

Aunque se toma demasiadas libertades respecto de la novela de Diderot que adapta, la versión de Guillaume Niclaux de “La religiosa” tiene buenas actuaciones, atractivo despliegue visual y algunas atinadas actualizaciones.