Crítica de El cuadro robado
El cuadro robado es una comedia agridulce francesa estrenada en 2024 que mezcla intriga de arte con reflexión moral y social. La película gira en torno al hallazgo de un cuadro de Egon Schiele que se creía perdido tras haber sido robado por los nazis y de cómo este descubrimiento desata tensiones entre coleccionistas especialistas instituciones y la gente común. Lo mejor es su tono elegante su ritmo sobrio los diálogos bien medidos y la forma en que aborda el clasismo y el poder sin grandilocuencias. Lo menos logrado es que algunas subtramas prometedoras pierden fuerza hacia el final y que la presencia visual de la obra de arte en sí se siente algo limitada. Nota personal: 8 sobre 10
Personajes principales
André Masson (Alex Lutz) subastador veterano seguro de sí mismo áspero obsesionado con la prestigiosa reputación que le daría poder validar el cuadro auténtico Aurore (Louise Chevillotte) asistente de André joven becaria crítica que aporta frescura y moralidad al conflicto y conciencia sobre lo que realmente importa frente al dinero Bertina (Léa Drucker) especialista de arte y exesposa de André figura que combina autoridad y desencanto que sirve de puente entre lo académico y lo humano Suzanne (Nora Hamzawi) abogada que representa a los herederos del cuadro personaje cuya integridad pone en cuestión las motivaciones de quienes rodean el descubrimiento Martin (Arcadi Radeff) joven obrero que vive humildemente en cuya casa se descubre el cuadro interlocutor fundamental para contrastar las vidas privilegiadas con la cotidianeidad
Rodaje / Producción
Película francesa dirigida y escrita por Pascal Bonitzer con una duración de aproximadamente 91 minutos. Se ambienta en Mulhouse una ciudad al este de Francia cercana a la frontera con Suiza y Alemania y en estudios y casas de subastas oficinas elegantes y hogares humildes. El diseño de producción y la fotografía enfatizan espacios impersonales fríos contrastes entre lo pulido y lo sencillo lo privado y lo público
Curiosidad destacada
El hallazgo del cuadro Schiele sobre el que se basa la película se inspira en un incidente real de 2005 una obra que se creía perdida reapareció en una casa modesta de Mulhouse. Aunque la película toma licencias ese hecho da peso moral al retrato del mercado del arte la legitimidad histórica y los resentimientos sociales
Película relacionada
Una película relacionada que comparte tanto lo estético como los dilemas morales es The Monuments Men que también gira en torno al robo la protección y la recuperación de obras de arte en tiempos de guerra y al valor ético tan importante como el valor monetario de los objetos |