Críticas de la prensa de LE WEEK-END

Sofisticada, afilada y divertida, 'Le Week-End' logra algo inusual: es una película sobre dos personajes mayores que no es ni profundamente pesimista (como, por ejemplo, 'Amour') ni resplandeciente y alegremente optimista.

A pesar de sus defectos, y de hecho, tal vez a causa de ellos, 'Le Week-End' es una obra que nace de un sentimiento real y que también provoca unas sensaciones reales.

Una comedia dramática británica enormemente entretenida, absolutamente encantadora, con un excelente guión de Hanif Kureshi y un par de geniales interpretaciones de Jim Broadbent y Lindsay Duncan.

Un viaje a lo más profundo del matrimonio que tiene la angustia del mejor Mike Leigh, la chispa del Woody Allen que buscamos y que ya nunca será, y la cotidiana recreación de todas nuestras auténticas vivencias en pareja

Sin agriarse o perder su romanticismo, tiende, poco a poco, al claroscuro para hablar con franqueza y perspicacia del cuestionable mito del amor eterno

Una tragicomedia geriátrica que, gracias a sus intérpretes, se ubica por encima de la media de este ahora muy transitado subgénero.

Agridulce, encantadora pero a menudo muy espinosa. 

La película está impregnada de una cautivadora mezcla de calidez y temas espinosos gracias a las encantadoras interpretaciones de Jim Broadbent y Lindsay Duncan. 

Más allá del alarde interpretativo, Michell consigue una disección de la pareja tan agudo, sincero y procaz como brutal. 

Intimista, elegante, inteligente, agridulce y sutil 

No es, pero podría ser la cuarta entrega de la saga de Linklater sobre la relación amorosa entre Ethan Hawke y Julie Delpy 

Una visión llena de agudeza y sarcasmo sobre la vida, el tiempo, el amor, (...) esta pareja impresionante de actores brinda lo que bien puede ser la mejor interpretación de este año. 

Un placer de película. (...) Es un placer, en todo caso, encontrarse con una película tan bien escrita, tan bien interpretada y tan poco dada a sentar cátedra 

Con una pareja protagónica resplandeciente y una dirección inspirada, este retrato de un matrimonio enfrentado a la última etapa de su vida juntos es un verdadero hallazgo. 

Muy buenas actuaciones y la lucidez de la pluma de Hanif Kureishi en algunos pasajes del guión. 

Debe reconocérsele a Kureishi-Michell la voluntad de ir más allá de la revalidación generacional festiva y acrítica que suele campear a lo largo y ancho de estos films, optando por un tono intimista y eminentemente crepuscular. 

Una película que juega a dos puntas y no siempre lo hace bien, pero tiene suficientes escenas y momentos (...) realmente muy buenos. 

Una historia que se resiste a la simpatía, nunca deja de ser tensa y hay diálogos descarnados, confesiones demoledoras y en ocasiones es patética por sus arrestos juveniles. 

Se trata de un drama en serio, nunca solemne, tan cargado de humor y líneas de diálogos deliciosas que incluso llega a arrancar carcajadas por lo sorprendente. 

Jim Broadbent y Lindsay Duncan se lucen componiendo un viejo matrimonio apenas unido por el cariño y el fastidio mutuo, durante un fin de semana en que alternarán sonrisas y enojos, afectos y recriminaciones.