Roger Ebert (Chicago Sun-Times) | Nota: 10 |
Es como la película mejor y más valiente de 1957 (...) Al carecer deliberadamente de ironía, tiene un genuino impacto dramático |
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Peter Travers (Rolling Stone) | Nota: 10 |
[Haynes] reiventa el género, dejando que las pasiones que permanecían enterradas en las películas de Sirk exploten en pantalla |
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Angie Errigo (Empire) | Nota: 10 |
Podría haber sido la mejor 'película de mujeres' del Hollywood de los 50, si alguien hubiera tenido el valor para hacerla entonces |
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Peter Bradshaw (The Guardian) | Nota: 10 |
Una increíble sesión cinematográfica o incluso una misa profana, en la cual la presencia real del pasado es invocada de forma inesperada y cobra una vida espectral en torno a ti |
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A. O. Scott (The New York Times) | |
En una palabra, es divina. |
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David Rooney (Variety) | |
Un logrado matrimonio entre estilo y contenido (...) Haynes emplea hábilmente la artificialidad del género para examinar el racismo, la homosexualidad y los sacrificios de las mujeres en una sociedad de clase media |
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Manohla Dargis (Los Angeles Times) | |
Los tres protagonistas están extraordinarios, pero lo que hace Moore con su personaje está tan por encima de los parámetros de lo que consideramos gran interpretación, que casi desafía cualquier clasificación |
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Keith Phipps (AV Club) | |
Un logro tremendo (...) Revela todo un mundo de sufrimiento bajo cielos de Technicolor |
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Ángel Fernández Santos (Diario El País) | |
Magnífica imitación de lo inimitable -los suntuosos melodramas de Douglas Sirk- (...) Aunque sea discutible como conjunto, logra choques visuales y dramáticos fascinadores, y escenas en el borde de lo sublime, pues son territorios de despegue de vuelo de Julianne Moore, una genial actriz que aquí alcanza el milagro de la transformación. |
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