Críticas de la prensa de LOS DESCENDIENTES

'The Descendants' es prácticamente perfecta. El director Alexander Payne es un maestro de la comedia humana y George Clooney nunca se ha expuesto a la cámara tan abiertamente

Payne tiene el don de hacer pasar por sencillo lo que es trabajo de genio, y su filme, que encuentra un delicado equilibrio entre lo humillante y lo sentimental, tiene la auténtica textura de un trozo de vida

Una tragicomedia que se mueve con sorprendente naturalidad entre el melodrama devastador y la comedia absurda

Cuando el cine es noble, generoso y eterno. (...) una película especial, de esas que salen contadas al año

Payne (...) en 'Los Descendientes' alcanza una irrefutable madurez, un control prodigioso de un tono casi imposible y se plantea los mayores desafíos de su carrera

George Clooney es 'Los descendientes'. Sin él, hubiera sido otro inteligente y emotivo filme de Alexander Payne. Con Clooney, 'Los descendientes' es una de las películas del año

Aún con sus desniveles, con cierto cálculo y algunos pasajes banales, resulta un relato atrapante que alcanza momentos de genuina emoción.

Otra pieza cinematográfica bellamente elaborada - brillante, divertida, generosa y emocionante - que escribe sus propias reglas como lo hicieron antes 'A propósito de Schmidt' o 'Entre copas' 

Llamar 'perfecta' a 'The Descendants' podría ser una especie de insulto, una traición a su compromiso, a su celebración de la imperfercción humana. Es imposible distinguir sus fallos de sus placeres 

Después su última película, Payne fue comparado por algunos con Billy Wilder por su ingenio y por otros, con Jean Renoir por su humanidad. Después de esta película, yo le compararía con el hombre que hizo 'Entre copas': es el mejor cumplido que conozco 

'The Descendants' aborda algunos de los más espinosos asuntos que puede enfrentar una familia contemporánea, con tanta sensibilidad que casi no notas que te están ilustrando a la par que entreteniendo 

Algo tan fresco como trascendente (...) Como suele ocurrir en Payne, en su puesta en escena se mezcla la naturalidad casi de documental con alguna imagen de impacto (...) su escritura siempre es afilada, tanto por su humor como por su amor 

Sin duda la mejor cinta del año. (...) Emociona porque nos descubre nuestra desnuda condición de seres desnudos. Y eso emociona tanto como un película perfecta. 

Un tipo de comedia dramática adulta. Adulta por los temas que aborda (...) y por su tratamiento. 

El film puede alcanzar la emoción genuina. 

Una agridulce mezcla de comedia social y drama personal que también es otra de las marcas de fábrica de Payne. 

Va y viene, como el personaje principal. 

No está claro si estamos ante una comedia trágica o una tragedia cómica, pero lo cierto es que esos dos ingredientes se neutralizan y pierden eficacia. Además, la credibilidad del drama se debilita con una musiquita dulzarrona que suena todo el tiempo.