Críticas de la prensa de LOS HERMANOS WILLOUGHBY

Una historia sorprendentemente dulce sobre familias adoptivas

Funciona como espejo deformado (de risa) de nuestra adultez. Aunque es impresionante desde lo técnico, es el cuento todo el que nos conquista.

Una aventura familiar encantadora y poco convencional con ideas bastante oscuras y mucha originalidad visual como para dejar huella

Es una exaltación de las aventuras infantiles y adolescentes y -sobre todo- una sensible y por momentos divertida reivindicación de aquellos que -no encontrando el afecto y la contención en la familia de sangre- lo hallan en una sustituta.

Llega a ser un trabajo disparatado y divertido, aunque alejado de la calidad de las cintas animadas de Disney y Pixar.

Aunque no cuenta con la impresionante estructura o emotividad de Pixar, su encanto poco convencional hace de ella un visionado muy fácil de digerir

El tema de la orfandad está tratado con humor (...) Los Willoughby son casi tan peculiares como la familia Addams. (...) La animación es simple y estilosa (...) El filme tiene detalles curiosos

Un enternecedor reflejo sobre el hermanamiento (...) Sin grandes innovaciones pero emotivamente cautivadora, los Willoughby te harán escalar una montaña de diversión familiar.

Es ruidosa, colorida y alocada, pero al menos entretiene (...) Su lanzamiento llega en el momento adecuado, dado que ahora hay muchas familias que necesitan una distracción llamativa y edulcorada como esta. 

Un encantador subidón de azúcar animado pensado para disfrutar en familia (...) Aunque puede que no sea especialmente original, su frescura radica en su puesta en escena y ejecución 

Es un batiburrillo de muchas ideas distintas (...) pero es lo suficientemente adorable y extravagante como para mantener a los espectadores enganchados. 

Su alocado estilo visual entretendrá moderadamente a la familia (...) Es una producción un tanto extraña, lo cual es refrescante, pero no será del agrado de todo el mundo. 

Una película distinta, desequilibrada en su estructura y en su narración, pero de exquisitos diseños y demoledor sentido del humor (negro). (...) Ritmo vertiginoso comandado por la comedia física y un montaje cortante 

Sus planteamientos son inteligentes, está llena de frescura y es muy llamativa, con algunos personajes que se quedan a unos pasos de llevarse la película (...); pero, al final, (...), apenas resulta simpática en su trayecto y su conjunto. 

Una mirada nada paternalista ni pueril sobre la infancia. Lo que hay es todo lo contrario: una fábula que avanza como una licuadora descontrolada.