Críticas de la prensa de LUZ SILENCIOSA

Una película solemne y profunda sobre un hombre cautivado por el amor (...) No hay ni un sólo instante falso en el film y las actuaciones adoptan una realidad casi sagrada

Cuando da su mejor versión, tiene la riqueza de Malick y la simplicidad trascendental de Ozu (...) Una película muy cuidadosa, formalmente conseguida, hermosa y apasionante

Cine milagroso, luminoso. (...) Sólo hay en 'Luz silenciosa' momentos sublimes, desde el arranque (...) hasta su clausura. (...) maravilloso proceso de dreyerización que toma la película

Por primera vez dentro de la obra del director todos y cada uno de los elementos formales, expresivos, tienen algo para decir. En resumidas cuentas: los mecanismos formales dejan de ser una forma derivada de la histeria y la provocación estéril.

Su comienzo es hipnótico, pero el hechizo se rompe antes de llegar al final de su excesiva duración. Es una prueba de resistencia, excepto para los espectadores más ascéticos. 

Reygadas ha acompañado su estilo austero y afectado de una historia alegórica sólida, profunda y sutil. 

Empieza con uno de los planos más magistrales jamás grabados (...) No es tanto sobre la fe como sobre temas del corazón y en manos de Reygadas, el dolor es profundo. 

Esta película regala sensaciones intensas, hay algo muy magnético en ella, me seguirá dando vueltas en la cabeza y en la sensibilidad cuando haya pasado el tiempo

Sugerente, a ratos insólita, por momentos impostada y algo cargante (...) Con un innegable poderío visual

Reygadas tiene tanto talento y vuelo artístico que finalmente se le terminan perdonando incluso sus excesos. Así, aun con los reparos apuntados, 'Luz silenciosa' resulta una experiencia única, fascinante, bella y trascendente 

Reygadas se las arregla para crear una obra maestra contemporánea que se sostendrá a través del tiempo gracias a escenas impresionantes (...) y al aura de épica de los sentimientos que atraviesa todo el relato. 

Hay más de una secuencia brillante, de gran cine, en 'Luz silenciosa' [algunas escenas] son de una belleza y una materialidad como nunca antes en su cine. 

Las herencias estéticas del film oscilan entre las películas de Robert Bresson y del danés Carl Theodor Dreyer, conformando un corpus único y personal, donde Reygadas se siente cómodo.