Críticas de la prensa de MADAME

El espectador sabe que esto es un vaudeville, sabe, pues, (...) que los intérpretes son simpáticos y saben darle peso incluso a lo que no lo tiene. Sabe que va a pasarlo bien y va a olvidar rápido.

El resultado es un film que funciona mejor como una comedia de enredos lúdica antes que en su vertiente más romántica y social.

Es todo bastante insignificante y la sátira es esencialmente conservadora, pero la actuación de Rossy de Palma es elegante

Una comedia que no consigue ser redonda a pesar de su reparto estelar.

Esta película logra el milagro de evitar cualquier cuestionamiento a las relaciones de poder para ofrecer, en cambio, un solo, larguísimo, lugar común que no despierta media reflexión ni levanta media sonrisa.

Llamativa pero incomprensiblemente anticuada (...) 'Madame' no es una obra maestra barroca, sino una reproducción mediocre con fotogramas ordinarios (...) Ofrece ciertos placeres 

[Rossy De Palma] casi consigue salvar a la película (...) La premisa a lo Cenicienta es interesante al principio, pero Sthers no es capaz de desarrollarla de forma entretenida o provocativa. 

Cuando la película funciona, es poco exigente y superficial (...) Ofrece humor rudimentario de forma intermitente 

Una película que a veces es tolerable (gracias a la adorable y poco convencional Rossy de Palma, una valiosa actriz que merece algo mejor que esto) justo antes de volverse horrible. 

La premisa es divertida y la ambientación en París es hermosa, pero esta historia que da un giro a La Cenicienta es bastante forzada. 

Sin ser una comedia para destornillarse de la risa, 'Madame' es un relato ameno, entretenido, que permite pasar una hora y media entre sonrisas. 

Ha conseguido salir airosa (...) gracias al extraordinario carisma de Toni Colette y a cierto desparpajo algo grotesco de Rossy De Palma. (...) mientras que el encorsetamiento del guion y la subrayada elocuencia de algunos diálogos amenazan con desarmarla. 

Una comedia ligera y boba, (...) Se supone que debemos reírnos con las torpezas que comete una mucama que tiene que hacerse pasar por princesa, y también de la cara rara de Rossy de Palma. 

Lo mejor de la película es la española Rossy de Palma, que con (...) gran talento y simpatía natural se roba la película, pues interpreta al personaje con el que el público se conecta. (...) Es una película que no requiere mayor esfuerzo y tiene un buen desenlace. 

Personajes caricaturescos, parlamentos inverosímiles, apuntes sin gracia y situaciones anodinas: un lastre demasiado grande para una cinta que nunca agarra vuelo. 

Rossy de Palma se roba fácilmente la película. Y con esta obra, la escritora Amanda Sthers se afirma como guionista y directora de cine.