En esta película, el oficial de la ley Wan Chao-fan y su padre son incriminados por un robo que no cometieron. Con solo la espada de su padre en la escena y el hombre por ningún lado, la retribución está dirigida a Chao-fan, quien huye para descubrir quién realmente robó las joyas para que pueda vengarse y limpiar el apellido Wan.