Jessica Chastain y Peter Sarsgaard tienen una química increíble que te mantiene pegado a la pantalla. La dirección de Michel Franco es impecable, creando una atmósfera tensa y emotiva. La historia aborda temas profundos de manera sensible y realista.
Las actuaciones son sólidas, especialmente la de Chastain, pero la trama se siente un poco lenta en algunos momentos. Algunos giros son predecibles y la resolución me dejó con más preguntas que respuestas.