Críticas de la prensa de MI GRAN BODA GRIEGA 2

'My Big Fat Greek Wedding 2' es como la baklava. Es ligera, dulce y agradable. Pero después de darte el capricho, puedes acabar preguntándote: '¿Realmente necesitaba esto?'

Secuela de baja intensidad impulsada cómodamente por la notable energía de su antecesora.

Una gran decepción (...) Ver 'My Big Fat Greek Wedding 2' es como recibir un abrazo de tu tía-abuela: reconfortante y familiar, pero no demasiado excitante

El efecto es similar a cuando la conjunción de los astros hace que repitamos boda o funeral con esa parte de la familia que menos apetece ver después de haberlos visto unos pocos meses antes.

Tan sitcom y empalagosa como su predecesora, aunque considerablemente menos personal (...) Vardalos parece haber gastado todos sus mejores chistes sobre griegos en la anterior entrega 

Un desvaído reciclaje de clichés étnicos y bromas gastadas (...) la comedia es forzada, el drama inexistente y los actores se confunden en un grupo ruidoso que parece ir en masa a todas partes 

Es una película agradable. No buena, ni bien hecha, ni inteligente, pero agradable. 

Los números genéricos de Vardalos no han envejecido bien, su (...) empalagosa familia griega encaja de manera incómoda y casi retro con las sensibilidades del mundo de hoy. A parte de eso, sus gags no son tan divertidos. 

Esta secuela emplea los mismos elementos complacientes que la original (...) Vardalos y Corbett despliegan la relajada química romántica que les hizo tan entrañables en la primera película 

Vardalos se adhiere al guion de la primera película (...) El resultado es una reiteración cansina e innecesaria que ni siquiera un buen chorro de Windex puede salvar 

La película parece optar por mirarse en el espejo desalentador de la telecomedia familiar 

Funciona solamente por el factor nostalgia ligado a la primera película, pero no destaca por sí sola. 

Si bien es cierto que [el guión] no es tan efervescente ni original como el anterior, consigue un momento de esparcimiento. 

Sin el efecto sorpresa de la primera entrega, se las ingenia para sostener el interés por la familia. 

Todos los chistes sobre la familia ruidosa y poco respetuosa de la privacidad son aún menos graciosos en esta secuela. Los personajes siguen siendo caricaturescos (...) detrás de todo hay un mensaje (...) pero el alegato no resulta muy convincente. 

Una comedia sin pretensiones, sencilla, sin un argumento rebuscado que funciona y logra hacer reír y emocionar. 

Todo tiene la profundidad y el carácter episódico de una sitcom. En sus mejores momentos saca sonrisas, y en sus peores dispara la vergüenza ajena a niveles explorados solo por Adam Sandler. 

No es un dechado de originalidad, ya que intenta repetir la misma fórmula del exitoso primer film, pero tiene buen elenco, gags divertidos y una colorida dirección de arte.