Me ha encantado. Desde la escena inicial se establece una atmósfera absolutamente asquerosa que se vuelve cada vez más inquietante a medida que avanza. Directores como Shyamalan, Aster, Kiyoshi Kurosawa y, más tarde, Takashi Miike pasaron por mi mente mientras la veía, pero al final se trata de una visión singularmente perversa de un mundo cuya moneda está sufriendo y todos son ignorantes o cómplices, o ambas cosas. |