Críticas de la prensa de NO HAY DOS SIN TRES

En lugar de renovar el género, 'No hay dos sin tres' hace un refrito con él, aportando poco más que un par de risitas y un toque de glamour sobre la mesa.

'No hay dos sin tres' ofrece ingenio y chorradas a partes iguales.

La historia insulsa y su humor programado serpentean y se pierden con un predecible estilo de sitcom.

Tiene su encanto, sí, en especial por la química entre Mann y Diaz, sin embargo encuentra sus mayores traspiés en el resto del elenco.

Detrás de este film hay un director casi anónimo (...) que deja pasar de largo las oportunidades. Es cierto que el guión no brilla.

Película que, menos mal, no resulta finalmente ni la mitad de predecible, derivativa y tontigamberrita que su trailer con subtítulos de emoticonos hacía temer.

La comedia femenina avanza, pero definitivamente no es éste el camino

Tres mujeres descubren que son amantes del mismo tipo y deciden vengarse en este festín de clichés.

Mann y Díaz lo dan todo, y puedes ver cómo podrían ser un buen equipo cómico con un mejor material.

Habría ayudado que el director Nick Cassavetes tuviera algo de mano segura con la comedia. 

'No hay dos sin tres' a menudo parece atrapada entre la comedia asquerosa, la fantasía romántica y el psicodrama femenino de una manera que te fascina y molesta por igual. 

Tonta, descuidada, torpemente montada y poco original. 

No sólo resulta una comedia fallida y previsible (...) sino también muy convencional (...) en su mirada a la mujer de hoy. 

Comedia liviana, que en algunos momentos logra arrancar alguna que otra sonrisa, pero está mayormente cargada de chistes fáciles 

La comedia está prevista de naturalidad y química en el elenco estelar, así como atractivo visual para hombres y mujeres, (...) por si esto no bastara el cineasta se ayuda de un compendio de chistes que pueden funcionar para la mayoría de público promedio. 

El director es Nick Cassavetes, quien alguna vez fue respetado por ser hijo del mítico cineasta John Cassavetes y claro, (...) acá no se cumple ni por lejos aquello de De tal padre, tal astilla. Una pena. 

Es una comedia con unos pocos momentos graciosos, unos personajes sin espesor, una retórica sospechosa de corrección política y una muy laxa conciencia del tiempo. 

Pudo ser una gran comedia, con buenos personajes secundarios, chicas lindas, ambientes “nice”, buena música, pero parece que alguien echó a la guionista o se peleó con ella antes que terminara su trabajo (o al revés, el director no supo qué hacer con la historia). 

El mundo femenino que pinta esta comedia de venganza hacia un marido infiel no logra apartarse de una visión más preocupada por la superficie que por la esencia de los personajes. Y todo se diluye en una serie de gags ya demasiado trillados. 

La película lanza algunas máximas tan reaccionarias y pavas que dan profunda vergüenza ajena. 

Muy mala. De lo más flojo que vi en comedias en los últimos tiempos. 

Tiene buen ritmo, está bien filmada y tiene una media docena de gags muy buenos, pero pudo ser mucho más divertida.