Drama fantástico que narra la investigación de un biólogo molecular que se plantea la existencia del alma. Este es el segundo trabajo de Mike Cahill y la verdad es que sabe equilibrar bastante bien los aspectos intelectuales (la metafísica) y emocionales (el romance) de la historia. Los giros que se van produciendo en la historia ayudan bastante a seguirla con interés y a ello podemos añadirle unas buenas interpretaciones, la extraordinaria fotografía y una banda sonora destacable. Una buena película de ciencia ficción, redonda y bastante entretenida.